Deportes | 17 Jun Escenario: Estadio Loftus Versfeld (Pretoria). Público: 60.000 personas. Arbitro: M. Busacca (Suiza).
Sudáfrica: Itumeleng Khune; Siboniso Gaxa, Aaron Mokoena, Bongani Khumalo, Tsepo Masilela; Siphiwe Tshabalala, Kagisho Dikgacoi, Reneilwe Letsholonyane (Surprise Moriri 57), Teko Modise; Steven Pienaar (Moneeb Josephs 79); Katlego Mphela. DT: Carlos Alberto Parreira.
Uruguay: Fernando Muslera; Maxi Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Jorge Fucile (Álvaro Fernández 71); Egidio Arévalo Ríos, Diego Pérez (Walter Gargano 90), Álvaro Pereira; Diego Forlán; Luis Suárez, Edison Cavani (Sebastián Fernández 89). DT: Oscar Washington Tabárez.
Goles: 24 y 80’ Forlán (el segundo de penal), 90 Alvaro Pereira.
Expulsado: Khune (76).
Amonestados: Pienaar, Dikgacoi.

Cambió la cara. No solo por el resultado, sino –sobre todo— por la postura mostrada por Uruguay en su segunda presentación mundialista. Esta vez el equipo de Tabárez se soltó en la cancha, tuvo un parejísimo rendimiento no solo individual sino en lo colectivo, pudiendo plasmar en el terreno de juego la idea con la que se planteó el partido ante Sudáfrica. Y fue un 3 a 0 contundente ante el anfitrión, que quedó con más de un pie afuera de su Mundial, y que permitió a los celestes, que vistieron de blanco, mirar de reojo la clasificación en una serie muy pareja como lo es este Grupo A, para lo que necesitaría al menos un empate en su última presentación.
Uruguay se paró diferente. Esta vez el equipo estuvo varios metros más arriba en el terreno de juego, Forlán rotó permanentemente con Cavani en búsqueda de la pelota y, más allá de que en muchos casos se volvió a pecar a la hora de entregar la pelota, Uruguay tuvo otro balance dentro de la cancha entre ataque y defensa. Esto permitió que se tuviera mayor control de la cancha, se ocuparan de otra forma los espacios para no permitir el contragolpe sudafricano, única arma que tuvo el equipo local. Así, Uruguay generó un par de incidencias después de un tiro libre de Forlán que se encontró la barrera: una pared del delantero del Atlético de Madrid con Suárez, quien definió mal, así como un remate de Fucile que se perdió afuera. Sudáfrica fue poco. No solo por sus características sino porque encontró a un equipo que controló durante gran parte del partido, anticipó, e hizo que el rival se sintiera incómodo, sin poder desplegar su arma: la velocidad.
Y tras un par de remates desde media distancia, llegó el gol celeste, mediante un disparo de Forlán, que se acomodó en búsqueda del latigazo desde afuera del área. La pelota se desvió apenas en la espalda del defensor que salió a cubrir, y la pelota pasó por encima del golero, bajando rápidamente a sus espaldas para rozar el travesaño y generar un baldazo de agua fría en las tribunas.
Uruguay se puso arriba en forma merecida, y Suárez estaría cerca minutos más tarde de aumentar el tanteador ante un rival que tuvo tan solo, en ese primer tiempo, un remate de media distancia que pasó lejos del arco de Muslera.
La idea de aumentar el marcador para obligar al rival debió quedar para el complemento. El equipo de Tabárez no cambió el libreto: mantuvo las subidas de los dos Pereira por las bandas, Cavani y Forlán bajando algunos metros para colaborar en la creación, y Suárez siendo imparable para los defensores rivales.
Así se fueron generando incidencias favorables a Uruguay. Cavani no pudo definir en buena forma en dos ocasiones, una falta al borde del área sobre Suárez que el árbitro desestimó y algún remate de media distancia que pasó cerca, avisaron que los vestidos de blanco estaban para más.
Uruguay era superior a un rival que tuvo, como única posibilidad cercana al empate, un centro enviado al área que Muslera no pudo conjurar y que terminó con un cabezazo forzado que mandó la pelota afuera.
La salida de Fucile por lesión llevó a que Tabárez no cambiara la figura, sino que Alvaro Pereira bajara al lateral zurdo y el ingresado Alvaro Fernández cubriera ese sector en la mitad de la cancha.
Durante algunos minutos Sudáfrica tuvo más la pelota, pero una gran patriada de Pérez, volcándose al ataque y luchando por la pelota cuando parecía perderla, terminó con un remate de Forlán que habilitó a Suárez, quien fue derribado en el área por el golero: fue expulsión del portero y la gran posibilidad de aumentar la diferencia, de lo que se encargó Forlán para darle justicia al trámite.
La idea, con un hombre de más que el rival, era aumentar la distancia en el tanteador, que pude llegar a ser vital a la hora de cotejar diferencia de goles tras la finalización del grupo. Y sobre el final, un milimétrico pase de Forlán dejó solo a Suárez, que envió el centro suave y llovido al segundo palo, donde esperaba “Palito” Pereira para sellar la goleada de Uruguay.
La Celeste, vestida de blanco, picó en punta y al menos por algunas horas lidera el Grupo A. Pero está claro que, más allá de que el triunfo dejó a Uruguay a un paso de la clasificación, quedará todavía un partido complicado por delante, como lo será ante los mexicanos, que hoy definirán cómo llegarán al último choque de la serie. Pero, más allá de lo que se viene, fue más que alentadora la reacción del equipo de Tabárez, que puede soñar con los octavos de final. Está a un empate. STB

DE BLANCO
Uruguay volvió a ganar un partido mundialista después de 20 años, ocasión en la que derrotó a Corea del Sur en el último partido del Grupo E.
El triunfo de aquel 21 de junio de 1990 en el Mundial de Italia llegó con un cabezazo en la hora de Daniel Fonseca. Y Uruguay, como ayer, jugó con camiseta blanca.

"REALISTAS"
Diego Forlán, figura de Uruguay ante los Bafana Bafana, pidió “ser realista” y rechazó que el equipo pueda pensar en luchar por el título.
“Pueden pensar lo que quieran, pero nosotros no pensamos en el título. Hay que mantener los pies en el suelo, ser realistas y continuar trabajando”, dijo.
“Sabíamos que podíamos ganar este partido. Hemos defendido bien, hemos aprovechado nuestras oportunidades, pero fue un partido muy equilibrado”, resumió.
“Ya habíamos jugado un buen partido ante Francia, y ahora tuvimos un rendimiento sólido en lo colectivo. Estamos muy contentos”, agregó.
Luis Suárez, por su parte, dijo que “lo importante era dejar una buena imagen y ganar porque estamos todos peleando por un objetivo”.