Paysandú, Martes 22 de Junio de 2010
Locales | 20 Jun Sr. Presidente de la República Oriental del Uruguay, don José “Pepe” Mujica Cordano:
Respetado señor, primero, presentarme: soy militante y, coyunturalmente, dirigente sindical (aunque no es en ese rol de representación que escribo estas líneas). De ideas soy socialista, y de creencias, cristiano. Soy uno de los muchos que lo hicimos Presidente con nuestros votos. Quiero escribirle acerca de sus declaraciones sobre la armonía social y los perjuicios que causa al país cada ocasión de ejercicio del derecho de huelga.
En primer lugar, dada mi fe, estimo que la armonía entre los seres humanos es deseable y positiva. Sin embargo, mis someros conocimientos de historia me alcanzan para darme cuenta de que, por ahora, la interacción social humana tiende más al conflicto que a la armonía. El propio Jesucristo lo reconoce al pedirnos que amemos a nuestros enemigos, sin dejar de nombrarlos así, pues la enemistad existe, más allá o acá del amor que uno quiera poner. No que no crea yo en la solidaridad humana, ni que piense que todos los burgueses son el diablo con cuernos y cola. Ni mucho menos que sostenga que todo conflicto social tenga que terminar dirimiéndose por medios violentos. Creo en la concordia y en la paz, como estados a los que aspirar y por los que luchar, por lo que entiendo que deben hacerse los mayores esfuerzos para dirimir sin violencia los conflictos. Ahora bien, esto sin desmedro de que los pueblos tienen el derecho de recurrir a la violencia contra la opresión y que conseguir la armonía social a costa de que los trabajadores renunciemos a pelear pacíficamente por la mejora de nuestras condiciones de vida no es alcanzar la concordia sino consolidar la injusticia.
No afirmo ni sospecho que Ud. pretenda eso en su llamado a la armonía nacional y a la minimización del ejercicio del derecho de huelga... pero de hecho es lo que ocurriría si lo tomáramos a Ud. al pie de la letra. Y no sería nada bueno para el país, los trabajadores y el pueblo. Preste atención a las críticas, por ejemplo, que se hace a las medidas de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole y verá que lo que se defiende es la arbitrariedad, pues se postula que un sindicato debe aceptar que la empresa despida a un trabajador al que el Poder Judicial dejó libre de culpa y cargo, con el único argumento de que la empresa es dueña de despedir a un trabajador por su sola voluntad. No ejercer el derecho de huelga en ese caso no sólo implicaría una pérdida de derechos para el trabajador y el sindicato en cuestión, sino para todos los trabajadores del país.
El movimiento sindical tiene dos herramientas: movilización --con paro o sin él-- y negociación. Ha de seguir aplicándolas, pues renunciar a ellas sería suicida. La mayor parte de la burguesía ha de seguir poniendo por ello el grito en el cielo; quien quiere comer con dos cucharas no tolera que los demás comensales reclamen una porción decente. Pero a la larga los zapallos se acomodan con la marcha del carro; por mucho que se quejen las cámaras empresariales, en la gran mayoría de los consejos de salarios terminan firmándose convenios.
En cuanto a los que estamos en la función pública, dos cosas; la primera, que si nos involucra a nosotros y nuestros sindicatos en la construcción de un Estado que sea motor del desarrollo productivo sustentable y con justicia social, podrá contar con nosotros, la segunda, recordarle que el Estado cuenta con las herramientas jurídicas y administrativas para sacarse de encima al puñadito de ineptos, omisos y delincuentes que enlodan el honor del servicio público.
Deseándole buen gobierno, saluda a Ud. muy atte.
Juan de Marsilio C.I.: 1 .864 .466 - 4
Colono agradecido
De mi mayor consideración:
El que suscribe, eleva a usted esta nota de agradecimiento, al equipo periodístico de esa redacción, por su desempeño en el caso del Colono Ruben Bitencourt, injustamente tratado por instituciones que debieran asesorarlo, acompañarlo y garantizarle el uso de sus derechos.
Bien decía el General José Artigas: “Es muy veleidosa la probidad de los hombres y solo el freno de la Constitución puede reafirmarla”.
Es cierto, es muy caprichosa la voluntad de algunos a quienes ni las leyes encaminan, sino que las desconocen o deforman en su espíritu en función de mezquinos intereses, que no pertenecen al acervo de un oriental bien plantado. Es entonces donde la prensa juega un rol fundamentalísimo, pues permite dar a conocer hechos y documentos que posibilitan informar y formar la opinión pública frente a situaciones como las acontecidas en Colonia Baltasar Brum.
Periodistas independientes y honestos, comprometidos con la verdad, constituyen una garantía para los ciudadanos y hacen a la transparencia del sistema de convivencia democrático y republicano.Ustedes son el “cuarto poder”, aquel que permite exponer la verdad, los hechos ocultados, disimulados y hasta desmentidos de quienes detentan el poder del Estado. El espejo donde deben reflejarse aquellos que cobran sus sueldos, provenientes del sacrificio y sudor de los productores, pero para servirlos y no para servirse soberbiamente de ellos.Esto debería llamarnos a todos a la reflexión: los carnés partidarios no son garantía alguna, ni de verdad, ni de justicia, ni de transparencia. La estupidez y la ignorancia pueden acampar en cualquier partido.
Es por eso que los hombres deben utilizar la inteligencia y discriminar la verdad al amparo de las normas, para que estas se apliquen con justicia prestigiando las instituciones.
Pero la ceguera es tal que confunden la nación con pequeñas y mezquinas lealtades partidarias, basadas en la ignorancia de quienes las practican. Y los derechos de los ciudadanos consagrados en la Constitución, pasan a ser productos de maquillajes y trajes a medida de individuos que en poco tienen a la libertad democrática, pues no garantizan en el ejercicio de sus funciones públicas esos derechos inalienables.
En estos casos es que (surgen) periodistas como el Sr. Pablo Blanc, que con conocimiento de las leyes e instituciones supo discriminar que el ejercicio de la Justicia está determinado por la información disponible, porque la Justicia es si bien es ciega, no es sorda, como otros funcionarios. Periodistas como éste rinden gran servicio al país, ya que al informar con honestidad, provocan la indignación de los vecinos, cierran los caminos y levantan el pabellón nacional, para que los sordos vean.
Periodistas comprometidos con los valores humanos, los valores morales y los derechos consagrados, son necesarios para evitar la dictadura de las mayorías tan de moda. En su persona agradecemos a todos los periodistas y especialmente al equipo de esa Redacción, que permiten el conocimiento de la verdad sin adulteraciones.
Pero me temo Sr. que habremos de necesitar de sus servicios aún, pues el lanzamiento de este colono está “suspendido” y pocas garantías hemos tenido de que la verdad llegue por los caminos institucionales normales.
Me queda decirle, que he de buscar la tumba del General Líber Seregni, y con vergüenza ajena, porque he sido siempre nacionalista, y le diré con pena:
“Perdónelos General, algunos de sus paisanos no saben lo que hacen”.
Aunque no sé si Ruben Bintencourt y familia, amigos y vecinos, podamos.
Los saluda con profundo agradecimiento y consideración
Maestro Marcelo Noriega
C.I. N° 2.888.082-2
Nuestro hijito Mateo Gastón Pérez Correa, de 7 añitos, falleció el 21 de marzo de 2010. Era un niño sano, fue algo repentino que terminó en una operación urgente de un tumor cerebral. Tuvimos que enfrentar una situación muy dolorosa tan de sorpresa; luego de todo esto tener que asumir que nuestro chiquito tenía que pasar por la triste realidad de un tratamiento de intensas quimioterapias y radioterapia. Fueron ocho meses e imposible contar lo que pasamos como padres. A todo esto y después de luchar tanto Mateíto se nos fue. Se ubicó en el nicho D-65 del cementerio de Paysandú, propiedad de Hermanos Pérez. Como mamá mi consuelo era ir todos los días a estar junto a mi hijito, y con el papi lo hacíamos según el turno que tenía en la fábrica. Cuántas veces juntos mirábamos al cielo y preguntábamos... ¿por qué a él? Así lo hicimos los meses de marzo y abril, exceptuando el 9 de abril que teníamos TAC de cráneo para su hermanita melliza María Daniela, descartando un tumor, luego de tan horrible antecedente.
En la mañana de ese día tal fue nuestra sorpresa, tan espantosa y que no se tomó en cuenta nuestro dolor, dado que la Sra. Agnes Pérez, funcionaria municipal, que trabaja en el teatro Florencio Sánchez, le había pedido al Sr. Carlos Genta destapiar a Mateíto porque, según ella, “estaba mal tapiado y no podía poner flores a su papá”, el cual se encuentra en el mismo nicho. Llorando por tan mala acción llegué al cementerio 11.15 de la mañana y cuán horrible momento ya que un funcionario terminaba de tapiar nuevamente a mi hijo. Sólo hacía 19 días de fallecido. Ante dicha situación, realicé las denuncias pertinentes, ya que como padres en ningún momento fuimos notificados, ni siquiera verbalmente, de semejante acto. ¿Quién me asegura que está todo en orden? ¿Cómo sé que está mi hijo ahí? ¿Cómo saber qué sucedió en el trance del destapiado y tapiado, si no tomaron en cuenta que estén presentes los padres?
En la declaración presentada en el expediente de estos señores, fue destapiado y vuelto a tapiar, porque emanaba gas, olores nauseabundos y había moscas. ¿Es que el único que emanó olor en el cementerio fue mi hijo? ¿Ha sido alguien destapiado y vuelto a tapiar a los 19 días por malos olores? ¿No es ilegal destapiar una persona antes de los seis meses?
Según el expediente que fue firmado por autoridades municipales, estas personas “no realizaron ningún tipo de conducta que puedan ser tipificadas como faltas administrativas o delito, sino que se ajustan a las ordenanzas del cementerio”. Ese expediente en el cual se apoyan y que consta con material fotográfico, fue realizado recién el 30 de abril y en el cual se constata, según ellos, que “está todo bien”. Allí el Sr. Genta aclara que un funcionario policial de Investigaciones fue posteriormente a realizar una inspección ocular del nicho, con la base de las denuncias realizadas por mí, solicitando que procediera al destapiado del nicho. Pero el Sr. Genta aclara diciendo que “no accedí por no presentarme una orden judicial al respecto”, contradictoriamente a lo que realizó antes: destapió y volvió a tapiar sin orden judicial.
Además de estas contradicciones, ¿es que no se tiene en cuenta las denuncias que hice? No me citaron en ningún momento a declarar, simplemente me llamaron a firmar el expediente sin alternativa, tomando en cuenta sólo sus declaraciones, el cual me negué a firmar sin antes asesorarme por mi abogado y, por negarme, me enviaron un cedulón como que estaba yo en falta. ¿Es que no se podía esperar unos meses por respeto a nuestro dolor? Es que mi Mateíto, mi chiquitito, después de fallecer pasó a ser huérfano y cualquiera toma decisiones sobre su cuerpo, pasando por encima de mi persona, mi dolor y el de toda la familiar?
¿Cómo hubiera actuado cualquier madre en mi lugar? No quiero remuneración de ninguna clase, sólo quiero justicia y que mi chiquito por fin pueda descansar en paz... Invito a quienes estén en una situación similar, a que hablen y ayuden a hacer justicia. Muchas gracias.
Fátima Correa de Pérez
CI 2.892.156-3
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Jun / 2010
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com