Opinion | 21 Jun Muchas cuestiones políticas se resuelven a dedo, pero parece que además es machista. Esto también se reflejó en el armado de las listas para las elecciones nacionales el año pasado, donde mujeres con buena trayectoria política sencillamente quedaron afuera.
Las politólogas Niki Jonhson y Verónica Pérez, autoras del libro “Representación (s)electiva, una mirada feminista a las elecciones uruguayas 2009”, critican la usanza de la confección de las listas “a dedo”, la que califican como un proceso “directamente controlado por el líder o su(s) allegado(s)”, en el que las mujeres quedan sistemáticamente excluidas. Las autoras no se conforman con aquello de que para muestra basta un botón y analizan varios casos en diferentes partidos políticos.
Según informó “Últimas Noticias”, el libro señala el caso de Daniel Martínez, que obtuvo el primer puesto de la lista al Senado de su partido, dejando atrás a Mónica Xavier, quien posee una larga carrera parlamentaria e incluso ocupó cargos de relevancia en la conducción del partido, trayectoria con la que no cuenta Martínez. Las autoras advierten que el “factor clave” para este fenómeno fue su precandidatura a la Presidencia e indican que pese a que éste tiene una “sólida gestión” en los cargos ejecutivos que asumió en el pasado, “carece de experiencia legislativa a cualquier nivel”.
Sin embargo, algo cambiará en las próximas elecciones nacionales y departamentales, pues comenzará a regir la ley 18.476 –denominada Ley de Cuotas--, que obliga a los partidos políticos a presentar en sus listas personas de ambos sexos en cada terna de candidatos, titulares y suplentes, en total de la lista representada.
Dos investigaciones del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales revelaron la aceptación de las personas sobre la participación de la mujer en la escena política, incluyendo la presentación de mujeres en las fórmulas presidenciales. Según la investigación, existían ciertos temores en algunos legisladores por la posible pérdida de sus bancas ante la aprobación de la Ley de Cuotas.
Uruguay se encuentra entre los cuatro países de América Latina con menos mujeres parlamentarias, pese a haber sido el primero en consagrar los derechos formales de ciudadanía política. La baja tasa de representación femenina en cargos de decisión muestra a nuestro país con claro déficit de su sistema democrático, teniendo en cuenta que las mujeres son el 52% de la población uruguaya. Es decir que se hace cada vez más necesario continuar en el camino hacia la tan anunciada igualdad de género.