Opinion | 22 Jun El rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, propuso en la revista que publica dicho centro de estudios que se pueda ingresar al sistema universitario sin haber terminado el liceo en el entendido que la secuencia actual de “liceo, preparatorios, Universidad” es una concepción “errónea y perjudicial”.
Agrega que el nivel de formación previa para acceder a los estudios universitarios “puede lograrse de distintas maneras” y que “el acceso a los estudios superiores debe estar abierto a quienes estén en condiciones de aprovecharlos, por haber completado la enseñanza media o por disponer de una formación adecuada y debidamente comprobada. Una nueva Ley Orgánica debiera posibilitarlo explícitamente”.
A tales efectos, propone incluir un artículo en la Ordenanza de Estudios de Grado que permita “aplicar una modalidad de ingreso para quienes no disponiendo del nivel medio completo se encuentren en condiciones de realizar estudios superiores”.
En defensa de esta postura señaló el interés de “muchos sindicalistas” que no han culminado secundaria, en acceder a la carrera de Tecnicatura en Relaciones Laborales de la Facultad de Derecho en el marco de un acuerdo entre la Universidad y el Pit-Cnt y agregó que si bien la Ley de Educación restringe el ingreso a la educación terciaria a quienes culminaron la Enseñanza Media, la misma norma establece la promoción de la articulación educación formal y no formal.
El tema es realmente complejo y serio ya que si las cosas no se hacen bien podría estar transmitiéndose un subliminal mensaje a nuestros jóvenes en cuanto a que no es importante terminar el liceo porque luego igualmente se podrá acceder a la Universidad, lo que va en desmedro del valor de la Enseñanza Media, que por algo existe.
Es verdad que hay personas que tienen una larga trayectoria laboral y gran dominio de su campo de especialidad que han aprendido en la práctica y que podrían aspirar a obtener un título universitario pero no pueden acceder a las aulas universitarias porque no han terminado el liceo. Sin embargo, se trata de excepciones que deberían ser tratadas justamente como excepciones para personas con determinada edad y experiencia previa afín a lo que se quiere estudiar.
Para los demás casos, no parece conveniente ni justa la idea del rector, especialmente porque en los últimos tiempos la Enseñanza Media, y en particular Secundaria, cuenta con una serie de planes de gran flexibilidad que permiten terminar el liceo incluso sin asistir a clases. Y, por otra parte, desde siempre quien realmente ha querido terminar el liceo ha buscado la forma de hacerlo.