Deportes | 16 Jun Escenario: Estadio Royal-Bafokeng (Rustemburgo). Público: 23.871 personas. Arbitro: J. Damon (Sudáfrica)
Nueva Zelanda: Mark Paston, Winston Reid, Ryan Nelsen, Ivan Vicelich (Jeremy Christie 78), Tommy Smith, Leo Bertos, Simon Elliott, Tony Lochhead, Rory Fallon, Shane Smeltz, Chris Killen (Chris Wood 72). DT: Ricki Herbert.
Eslovaquia: Jan Mucha, Radoslav Zábavník, Jan Durica, Martin Skrtel, Marek Cech, Zdeno Strba, Vladimir Weiss (Juraj Kucka 90), Stanislav Sestak (Filip Holosko 81), Marek Hamsik, Robert Vittek (Miroslav Stoch 84), Erik Jendrisek. DT: Vladimir Weiss
Goles: 50’ Vittek (E) 90’ Reid (NZ).
Amonestados: Lochhead y Reid (NZ), Strba (E).
Poco más y se ponen a llorar los europeos. Luego de ejercer un claro dominio durante gran parte del partido, vieron como se les escaparon los tres puntos cuando en la hora misma de finalización llegó el gol neocelandés cuando en la única jugada con un balón aéreo sobre el área de los azules, apareció la cabeza de Reid para poner el 1 a 1.
No fue un partido de gran lucimiento por parte de ninguno, pero en ese marco fue Eslovaquia el que propuso el fútbol, con punteros bien abiertos para mandar centros sobre el arco de Paston, que no siempre salió bien a cortar los balones, acorde con lo poco que apoyaban los hombres de defensa.
En el resto de la cancha eran los eslovacos los que dominaban, con mejor trato de pelota, buen desmarque y proyectando juego sobre terreno de los de la pluma, que solo atinaban a rechazar para donde fuera sin darle mucho destino al balón.
Así se fue el primer tiempo, con poco, casi nada, para destacar, hasta que un centro de la derecha lo conectó Vittek para anotar la apertura. Siguió presionado el parcial ganador y bien pudo anotar en un par de ocasiones, pero no estuvo seguro en la definición. Nueva Zelanda se animó en los últimos segundos y Reid marcó la igualdad sobre el final. FMS