Deportes | 23 Jun Escenario: Estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo. Arbitros: Víktor Kassai, Gabor Eros y Tibor Vamos (Hungría).
México: Oscar Pérez, Ricardo Osorio, Francisco Rodríguez, Rafa Márquez, Carlos Salcido, Gerardo Torrado, Andrés Guardado (46' Pablo Barrera), Héctor Moreno (56' Israel Castro), Cuauhtémoc Blanco (63' Javier Hernández), Giovani Dos Santos y Guillermo Franco. DT: Javier Aguirre.
Uruguay: Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Mauricio Victorino, Jorge Fucile, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos, Alvaro Pereira (77' Andrés Scotti), Diego Forlán, Edinson Cavani y Luis Suárez (85' Alvaro Fernández). DT: Oscar Tabárez.
Gol: 43' Luis Suárez (U). Amonestados: Jorge Fucile (U), Javier Hernández (M), Israel Castro (M).

Sí, señores: Uruguay está en octavos de final del Mundial 2010. Y no está así nomás. La selección celeste se dio el gusto de no llevar la vieja calculadora a Sudáfrica, de no vivir 90 minutos con el corazón en la boca, de no ver la clasificación como una utopía. ¿Hay que pellizcarse? Seguramente más de uno pidió ayuda frente al televisor, creyendo que estaba viviendo un sueño.
Pero no: Uruguay clasificó con luz, apostando a la victoria que le permitiría ser primero en este parejo Grupo A. Sí, Uruguay terminó la fase inicial del Mundial invicto, con siete puntos en nueve posibles y sin recibir goles.
El equipo de Tabárez, el mismo (salvo la ausencia de Godín, sustituido por Victorino) que había ganado por goleada frente a Sudáfrica asegurándose virtualmente la clasificación, confirmó su pasaje con un triunfo por 1 a 0 frente a México, dejando en claro que no apostaba al empate. Los dos rechazaron la apuesta y salieron decididos a cambiar ataque por ataque. Uruguay comenzó mejor, le imprimió velocidad al toque de pelota, y desnorteó a los aztecas. Pero luego de un par de incidencias celestes, México sacudió el horizontal del arco defendido por Muslera con tremendo remate de Guardado. Esta vez la suerte estuvo del lado uruguayo.
Los celestes respondieron inmediatamente pero Suárez no pudo conectar el cabezazo tras centro de Forlán. México intentó hacerse de la pelota, Uruguay mordió en todos lados, apretó la salida y, cuando las revoluciones habían bajado, Forlán se hizo del balón, tocó para la subida por la derecha de Cavani, quien envió el centro pasado para que Suárez, desnudando las falencias defensivas del rival, cabeceara en soledad en el segundo palo. Fue un gol perfecto, que sacudió a Uruguay y golpeó duramente a un rival que intentaba reaccionar.
Y bien pudo caer el segundo apenas iniciado el complemento, cuando un cabezazo de Lugano fue desviado por el golero y “Palito” Pereira (se fue lesionado y es duda) se encontró, tras el rebote, con una maraña de piernas rivales. Los celestes dominaban pelota y terreno, realizando una excelente tarea en la recuperación en mitad de cancha y firmes en defensa, la gran clave de Uruguay en este Mundial. Ordenado, teniendo en claro que había que asegurarse el triunfo, Uruguay apostó a mantener el resultado conteniendo a la fuerza azteca, que se volcaba por la izquierda.
Tabárez reforzó el sector, México casi llega al empate pero un cabezazo de Rodríguez, anticipando a Victorino, se perdió afuera; y sobre el final, un pase rastrero al medio del área no encontró dueño. Pero los celestes también tuvieron la suya tras un remate de Cavani exigiendo la reacción de Pérez, que envió la pelota al córner.
Uruguay se quedó con el triunfo. Y ganó bien. Porque anotó el gol en el momento justo, porque mandó en la mitad de la cancha cuando hubo que recuperar la pelota, y porque hizo otro gran trabajo defensivo frenando a un equipo que no es fácil y que complicó en algunos pasajes después de que, a poco del complemento, largó todo lo que tenía en el banco.
La Celeste está en octavos. Y tranquila. Siete en nueve no es poca cosa. Fue el primer paso, del que hay que despertarse rápido porque se viene otro desafío. Mientras, ¿me pellizcás? STB

270 MUNITOS
El golero de la selección uruguaya, Fernando Muslera, igualó el récord de Ladislao Mazurkiewickz tras mantener su arco sin goles durante los tres partidos de la primera fase del Mundial, contabilizando 270 minutos con la valla invicta. Mazurkiewickz logró la marca en el Mundial de 1970 tras no recibir goles en los dos primeros partidos frente a Israel e Italia, y ver su arco vulnerado ante Suecia en el minuto 90 del tercer encuentro.
Uruguay terminaría en aquella cita mundialista disputada en México en el cuarto puesto, la última mejor posición de una selección uruguaya. Y ante Unión Soviética conseguiría su última victoria mundialista vestida de celeste. Muslera, debutante mundialista, no recibió goles en los tres partidos jugados por Uruguay en el Grupo A, por lo que el sábado, cuando juegue los octavos de final, será el dueño de la nueva marca del arco celeste.
La actuación de Uruguay viene dejando números positivos además de los del arco: Uruguay, que esperó 20 años para volver a la victoria mundialista, no ganaba dos partidos consecutivos en un Mundial desde 1954.