Locales | 24 Jun Las obras de saneamiento de Paysandú continúan desarrollándose en el marco previsto, mientras ya casi culminaron los trabajos en los dos grandes “interceptores” que se construyen en las cuencas de los arroyos La Curtiembre y Sacra.
En ambos casos “las obras están realizadas en un 90 por ciento”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero Juan Irastorza, director de obra de la empresa Espina S.A.
En el caso del colector paralelo al arroyo Sacra, tiene una extensión de 3.200 metros, mientras que en La Curtiembre alcanza los 5.500 metros, e incluye tuberías de hasta 800 milímetros.
A LARGO PLAZO
El trabajo de construcción de colectores de esa magnitud se hace “pensando en el crecimiento planificado de Paysandú para el año 2035”, explicó el ingeniero, adelantando que con estos interceptores no habrá inconvenientes en la conexión de los vecinos que deseen hacerlo, y en la medida que se hagan además las redes secundarias, que no están todas previstas en esta licitación.
Prácticamente todo el saneamiento de Paysandú ciudad estará cubierto con estas obras, que además culminarán con la construcción de la planta de tratamiento en la zona sur de la ciudad, cercano al vertedero municipal y junto al río Uruguay.
Los colectores trabajarán con las redes secundarias como la que esta misma empresa encaró a lo largo de 3.200 metros en calle Cerrito, cuando se iniciaron formalmente las obras el año pasado. Esas redes colectarán el saneamiento de los distintos barrios y dependiendo de la topografía del terreno se utilizarán pozos de bombeo o bien la circulación será por gravedad.
BOMBEO EN ESTEFANELL
En el caso de la zona norte de la ciudad, el colector interceptor de La Curtiembre comienza en avenida Enrique Chaplin, donde “el trabajo ya está hecho y la tubería instalada”, dijo el técnico. El sistema de saneamiento tendrá un pozo de bombeo en la zona de calle Estefanell y Baldomero Vidal, para conformar una vía de tuberías de 2.500 metros hasta el interceptor Silván Fernández, donde irá por gravedad, y luego se dirigirá por una nueva tubería hasta la planta de tratamiento final.
Irastorza señaló que el pozo de bombeo de calle Estefanell tendrá tres equipos de bombas de presión, que van rotando en su funcionamiento y además garantizan que no dejará de bombearse en ningún momento, ya que siempre habrá otras prontas a impulsar el líquido.
Aliviadero, por las dudas
Por otra parte, en la zona del arroyo La Curtiembre se está haciendo lo que técnicamente llaman un “aliviadero”, que es una válvula de emergencia que se utilizaría en casos extraordinarios “si el pozo de bombeo no pudiera trabajar por alguna razón.
Hay que tener un plan B, y es un by pass que alivia hasta La Curtiembre”. Aclaró que se trata de una medida de seguridad y no un recurso de uso habitual.
También se están abordando otros trabajos vinculados a la descarga de pluviales, para evitar precisamente que pueda colapsar el sistema de saneamiento si se le agrega el agua de la lluvia. En este caso, es constituido por una ampliación de la descarga independiente.