ESCUELA 35 DE CONSTANCIA

Locales | 25 Jun Ansiedad, expectativa y cierto nerviosismo, es el que sienten alumnos, maestros y vecinos de Constancia por la inauguración del nuevo establecimiento de la escuela 35.
El sueño tan anhelado de poder contar con un nuevo edificio escolar está a un paso de concretarse y si bien todavía no hay fecha definida para la inauguración, la obra se encuentra en su etapa de terminaciones y a un poco más de 30 días de ser habilitada. Amplios salones, cocina y comedor central, modernas y cómodas baterías de baños, aula de informática, dirección, sala de maestros, laboratorio, despensa, amplio patio interno, complejo deportivo, aire acondicionado para cada uno de los ambientes, muro perimetral enrejado y alambrado, revelan la calidad de la obra.
Los trabajos insumieron un año y si bien las inclemencias del tiempo retrasaron en un mes su finalización, en breve el edificio y su complejo deportivo quedarán prontos para ser estrenados.
Según comentan los lugareños “esta comunidad podrá contar con una nueva escuela. Luego de dilatadas esperas y de promesas que nunca llegaron a concretarse, los alumnos que a este establecimiento concurren podrán disfrutar de nuevas y modernas instalaciones”. Por otra parte, las veces que EL TELEGRAFO visitó el viejo edificio de la escuela –ubicado a escasos metros de la ruta nacional 3– pudo constatar el esfuerzo permanente por parte de las maestras para que sus alumnos puedan escuchar lo que se dice en clase.
El permanente tránsito hace casi imposible dictar con normalidad los temas en el aula. La disfonía de algunas docentes al terminar el día es la muestra contundente de la referida situación.
No menor ha sido el riesgo para los alumnos que se mueven en los alrededores de la escuela.
El año pasado se desprendió una rueda de un camión que pasaba por el lugar, pero por suerte no hubo que lamentar daños personales, pues la rueda se detuvo al estrellarse contra uno de los contenedores que son utilizados provisoriamente para dictar las clases de séptimo, octavo y noveno.
La Administración Nacional de Educación Pública y el Consejo Directivo Central a través de la División Arquitectura son quienes efectúan las obras del nuevo edificio a través de la empresa Conalco S.A. en un proyecto de la arquitecta Ana Rossini, teniendo a cargo la dirección de la obra el arquitecto Adrián Silva.
El terreno del nuevo local está ubicado frente al salón comunal del complejo Mevir, y fue donado hace 30 años por Carlos Aguilera –un vecino de Constancia– quien según afirman los padres de los alumnos “fue un visionario y una persona muy querida en el pueblo”.
La escuela cuenta con unos 104 alumnos en primaria y 68 estudiantes distribuidos en séptimo, octavo y noveno. Si bien al establecimiento concurren básicamente alumnos del propio centro poblado y de zonas de influencia, el resto proviene desde lugares distantes. Seis llegan desde Queguayar, cuatro desde pueblo Soto, uno de Sauce del Queguay, mientras que el resto viven en establecimientos de los que sus padres son puesteros de estancia.
La escuela es atendida por cinco maestras –incluyendo su directora– una profesora de canto y de danza y una auxiliar.