Paysandú, Domingo 04 de Julio de 2010
Locales | 02 Jul El encargado de cerrar la conferencia fue el vicepresidente de la República, Cr.Danilo Astori, resumiendo grandes líneas de acción del Uruguay en la segunda década del siglo XX, en que “un proyecto nacional tiene que desterrar dogmatismos y determinismos, porque el mundo ha demostrado con creces y desde muchas perspectivas, que las respuestas preconcebidas, esas que están previamente elaboradas y que convierten a los seres humanos no en sujetos de su historia, sino en objetos de la historia, conducen indefectiblemente al fracaso”.
Ese tipo de proyecto “tiene que estar muy abierto a los aportes de todos, vengan de donde vengan, y al mismo tiempo encarar el gran desafío que, estoy seguro, todos los que estamos acá compartiremos: el de hacer compatible el bienestar, la prosperidad, el conocimiento, la expansión material con la búsqueda de condiciones de equidad en el acceso a las oportunidades que brinda la vida y de justicia en el acceso a los frutos de la prosperidad”.
También sostuvo que algo así “es para los emprendedores, los que innovan, los que arriesgan, los que invierten, los que crean trabajo para sus compatriotas, que son imprescindibles en el proyecto nacional”.
Mencionó algunas orientaciones que considera “esenciales en esta búsqueda que tenemos que compartir. En primer lugar este es un gran país, solo pequeño en tamaño físico, de una enorme potencialidad que precisamente nos tiene que llevar a superar el camino de la estrechez física, al único sendero estratégico posible, el de la calidad”. Recordó la estructura productiva y de servicios “absolutamente signada por la potencialidad de la calidad, como lo muestra la agroindustria alimenticia, su complejo forestal industrial, su minería que viene avanzando silenciosamente pero a pasos agigantados, su increíble capacidad logística en transporte, comunicaciones, servicios portuarios”
Servicios, tercera
parte de exportaciones
El vicepresidente de la República subrayó que debe potenciarse aún más “la gran producción de servicios que ya están representando hoy la tercera parte de nuestras exportaciones: la tecnología de la información, los servicios financieros, y por supuesto, el turismo. En toda esta estructura con proyección de futuro tenemos que trabajar sobre la calidad”, afirmando que “eso nos va a exigir mantener niveles muy altos de inversión, porque sin ella no hay prosperidad ni crecimiento”.
Astori subrayó que “la cultura es imprescindible para el desarrollo de las ‘cercanías’, que no es otra cosa que una definición amplia de la cultura de una sociedad. Entre otras cosas, evitará el ‘bestialismo’ al que aludía el doctor Sanguinetti, un desarrollo científico sin control, un progreso tecnológico sin valores, ya que es la cultura la que aporta esos valores para darle un sentido tanto a la educación como al progreso científico y tecnológico”.
No omitió, dentro del proyecto nacional, “las políticas sociales permanentes, que sobre la base de relaciones laborales equitativas tiene que poner en práctica el país, también para desarrollar capacidades de su capital humano en el campo de la salud, de la vivienda, de la asistencia a la niñez, a la adolescencia, de la familia, de la seguridad pública. Dejénme que defina a la seguridad pública como una política social que, por supuesto, tiene que asegurar los niveles de represión imprescindibles, pero que también tiene que desarrollar los valores de la prevención porque es antes que nada, una política social”.
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