En una estancia de Ruta 26

Policiales | 30 Jun Una señora de 33 años, una niña de 5 y una bebé de tan solo dos meses fallecieron ayer en un establecimiento rural, como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono producido por un brasero, en tanto otra señora de 33 años fue trasladada en grave estado a nuestra ciudad.
El desgraciado episodio se registró en un establecimiento ubicado sobre Ruta 26, en jurisdicción de la Seccional Octava de Policía.
De acuerdo a información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, próximo a las diez, el casero del establecimiento rural “El Gaucho”, ubicado en el kilómetro 78 y medio de Ruta 26, se comunicó con la Seccional Octava de Policía, actualmente a cargo del comisario Haroldo Melgarejo. El hombre solicitó ayuda, ya que varios de sus familiares estaban inconscientes en su habitación, al parecer por haber inhalado gases provenientes de un brasero.
Los funcionarios policiales alertaron a un médico radicado en la zona y se trasladaron inmediatamente al casco de la estancia, ubicado a unos 200 metros de la ruta y en las cercanías del puente sobre el arroyo Buricayupí. Al ingresar a una pieza independiente del edificio principal, donde habitualmente pernocta el casero, encontraron a cuatro personas inconscientes, dos niñas juntas en una cama y dos señoras de mediana edad.
A la vez, en el mismo recinto hallaron un brasero, lo que despertó la sospecha de que estaban ante un cuadro de intoxicación masiva. Lamentablemente el facultativo constató que las dos niñas, de 5 años y dos meses respectivamente, habían fallecido, así como una de las mujeres, María Gabriela Reyes, de 33. La otra mujer, Teresa Nair Reyes, de 30, estaba aún con vida, por lo que fue trasladada por una ambulancia al Hospital Escuela del Litoral, donde permanece internada en Terapia Intensiva. Ya sobre las 13 se trasladó hasta el lugar la jueza penal, quien una vez efectuados los correspondientes peritajes dispuso la movilización de los cuerpos.
Según nueva información extraoficial, ambas mujeres y las dos pequeñas son familiares del casero y se domicilian a pocos kilómetros de la estancia, en la zona de Gallinal. Recientemente llegaron de visita a la estancia y el lunes por la noche, antes de acostarse a dormir, encendieron un brasero para calentar la habitación. La escasa ventilación del recinto habría impedido la evacuación del monóxido de carbono emitido por el calentador, provocando el fallecimiento de los ocupantes de la habitación.
El uso de estos sistemas de calefacción es altamente riesgoso, ya que en un ambiente escasamente oxigenado producen monóxido de carbono, un gas incoloro, inodoro e insípido que ni siquiera provoca irritación ocular, pero es altamente tóxico.
A pesar de las recomendaciones, continúan registrándose accidentes de estas características, con lamentables consecuencias.