Locales | 02 Jul David Helguera es el octavo de 11 hermanos. Tiene 39 años y se recibió como enfermero en la Escuela de Sanidad del Hospital Central de las Fuerzas Armadas, profesión que ejerció en Montevideo. Pertenece al grupo Propuesta Batllista del doctor José Amorín, se autodefine como “el soldado de Rivera” y accedió a contarnos parte de su historia y lo que lo llevó a militar en política.
Actúa en política partidaria porque le atrae. “Yo era enfermero en el hospital central de las Fuerzas Armadas en Montevideo y en la campaña electoral del año 1994 empecé a vivir el fervor de aquellos años, cuando la democracia era aún joven tras la salida de la última dictadura cívico militar. Sentí el llamado patriótico de ser parte de ese nuevo escenario y entré a militar en un club del Foro Batllista, que por aquel momento estaba en la calle Rondeau en la capital. Me afilié al Partido Colorado y seguí actuando en ese partido”.
No reniega de su pasado de caminante y de linyera, porque según Helguera son sus orígenes. Su padre trabajaba en el ferrocarril --fue muchos años encargado de la estación en Tres Árboles-- y falleció en 1978, en tanto su madre vive actualmente en Paysandú. Era una familia que estuvo instalada en la colonia Juncal. “De hecho yo nací ahí y no en el hospital”, explica.
Confiesa que siempre sintió el llamado de su tierra, del pago y por el año 1995 se instaló nuevamente en Paysandú. Ahí comenzó a actuar en la vida política del departamento. Considera que el dirigente tiene que estar lo más cerca posible del pueblo. En ciertas oportunidades sus exposiciones lo alejan de su partido y lo acercan a otro, pero asegura que más que al partido, se siente aferrado a los principios de la orientalidad. Admira a quienes construyeron los orígenes de la patria. No importan los escollos en el camino porque como él dice, “hay que correr los riesgos”.
En cuanto a su incursión en política, “actuar en el interior departamental es muy interesante. Es un desafío enorme porque evidentemente acá todo queda más lejos y se dificulta la comprensión de los temas por la gente. Los medios para poder llegar a todos los rincones del departamento, muchas veces son escasos y resulta todo más complejo. Por suerte, en Guichón tenemos dos radios que son la herramienta para acercarnos al vecino, quien también se encuentra en otros centros poblados”.
En política le alegra mucho el apoyo de la gente, aunque no lo estimula el aplauso fácil. “Yo soy como soy, leal y no voy a dejar de ser frontal y auténtico. Nunca me arrepentí de las decisiones que he tomado. Eso es una fortaleza y propio de un carácter que todos los días trato de alimentar. Leo para ello. Me angustia cuando la gente es falluta y traiciona y por ende, miente”. Helguera responde a un partido, pero afirma que “se siente un auténtico soldado de Rivera y eso está antes que el partido al cual respondo. Eso quiere decir que soy defensor de los principios de la orientalidad, que en este país sentó Fructuoso Rivera. Cada vez que visito Montevideo -siendo ateo- voy a la Catedral a visitar la tumba del general Rivera. Estoy plantado en los principios fundacionales que profesó, ejerció y lideró el general. Por eso soy un auténtico oriental; quien quiera estar en ese surco estará conmigo”, finalizó.