Locales | 04 Jul Tres aviones de combate de la Fuerza Aérea sobrevolarán hoy a las 10 el centro de Paysandú en el inicio de la jornada central del festival aéreo que comenzó este sábado en el aeropuerto “Tydeo Larre Borges” y que incluye además acrobacias aéreas y la posibilidad de conocer el interior de estos aviones y realizar consultas por el público. Las actividades de hoy se realizarán entre las 10 y las 17.
En tanto, en la víspera hubo espectáculos de paracaidismo, vuelos en parapente a motor y aeromodelismo, ampliamente disfrutados por numeroso público que aprovechó una tarde ideal para pasear y disfrutar al aire libre.
El jefe del aeropuerto local, mayor Jorge Abraham, confirmó el arribo este domingo de tres aviones de combate de la Escuela Militar de Aeronáutica un Aermacchi, un A37 a reacción y un Pucará. Efecuarán diferentes demostraciones y si el tiempo lo permite también tienen preparada una grata sorpresa y muy especial, con motivo del centenario del diario.
LA EMOCIóN DE
VOLAR Y SALTAR
Los aplausos que el público brindó a los paracaidistas que efectuaron demostraciones en el Aeropuerto Tydeo Larré Borges este sábado, sin duda fueron muy bien recibidos pero nada se compara con la emoción de volar y saltar en caída libre con un paracaídas a la espalda.
Cuando el equipo de EL TELEGRAFO llegó al aeropuerto, Yuri Erochenko se disponía a subir al avión del Aero Club de Guichón a cargo del piloto Carlos Monzón para realizar el primer salto de la tarde. Con más de 7.400 horas de vuelo, 1.311 saltos y 21 años de trayectoria como paracaidista, Yuri estaba feliz por vivir una vez más la adrenalina de un salto al vacío, algo que por su actual profesión de piloto realiza con un poco menos de frecuencia.
Pero había otro motivo de alegría y es el mismo que nos ha pintado una sonrisa en el rostro a todos desde la tardecita de ayer: la clasificación de Uruguay para la semifinal de Sudáfrica 2010.
La referencia al fútbol de inmediato trajo las anécdotas, como la de 1995 cuando Yuri saltó en paracaídas con la pelota en sus manos para entregársela en el Parque Artigas al intendente del momento, Jorge Larrañaga, durante la Copa América; o cuando en la misma copa saltó para caer en el césped del Estadio Centenario en el partido que Uruguay ganó a Brasil en la final.
Abel Poncet también es paracaidista y dirige la Escuela de Paracaidismo de Paysandú junto a Enrique López. Ayer saltó junto a otros paracaidistas sanduceros con banderas de Uruguay desplegadas al viento. Hoy volverán a hacer saltos de diferentes modalidades junto a integrantes de las brigadas de paracaidistas “Edison Ogliari” y “Raúl Cardozo” de Fray Bentos, en el avión del Aero Club de Fray Bentos.
Explicó que habitualmente se salta desde 4.000 pies --algo más de 1.300 metros-- con una apertura del paracaídas a los 900 metros.
“Ese es el denominado salto bajo, que es el que el público puede apreciar porque los saltos altos se hacen desde 10.000 pies”, explicó.
Adelantó que al contarse hoy con la presencia de más paracaidistas se hará una “campana”, que definió como “la unión en el aire con los paracaídas abiertos”.
PARAPENTE Y AEROMODELISMO
Manuel Fernández es un apasionado del parapente desde hace 14 años y junto a su hermano Fernando actualmente dirige “Alfa Parapente”, la única escuela de enseñanza de este deporte en el Interior con actividad continuada todo el año-- existe en Maldonado pero sólo funciona en verano--, la cual tiene sedes en Paysandú y San José. Durante el festival aéreo conmemorativo del centenario de EL TELEGRAFO están haciendo demostraciones en parapente a motor.
Agustín Mockford es profesor de Matemática pero su hobby es el aeromodelismo, afición que comparte con su hermano Antonio. Ayer, junto a Gabriel Francolino, pusieron a volar sus aviones, que en promedio tienen una autonomía de media hora de vuelo en base a medio litro de combustible, e hicieron demostraciones de acrobacias que deleitaron a la gurisada que estaba en el aeropuerto.
Todos estarán hoy nuevamente en el aeropuerto local participando gentilmente en un singular festival aéreo que está para no perdérselo.