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Paysandú, Viernes 09 de Julio de 2010

Jornada de lechería en la Eemac hizo hincapié en la alimentación del ganado

Rurales | 04 Jul La producción de pasto en los sistemas lecheros del país, con niveles bajos de forrajes, fue uno de los aspectos centrales de la jornada anual de lechería realizada en la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía.Participaron técnicos y productores del Sur del país y la región, además de estudiantes de la escuela agraria de UTU con sus docentes y de la propia facultad --grupo de cultivos y el de forrajeras--. “Alrededor de 150 personas con las que mantuvimos un fluido e interesante intercambio de opiniones e informaciones”, sostuvo a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste.
Desde la alta casa de estudios se insiste en un tema que preocupa como es la producción de pasto (forraje) en los sistemas lecheros, “porque hace al desarrollo sustentable y competitivo de la lechería”.
No es sólo la pastura que los animales cosechan directamente sino también los cultivos, algunos de los cuales son para pastoreo --como el sorgo forrajero--, y otros se hacen directamente para reservarlo como planta entera --sorgo o maíz--, o como grano húmedo.
La información que se dispone “nos da niveles de producción de forraje bajos, bastante por debajo de los potenciales y con algunos problemas de carácter estructural. No es que se nos presentaron el año que fuimos a medir porque estuvo muy seco o lluvioso, sino que se repiten todos los años por el diseño actual de las rotaciones y las performances de las rotaciones en lograr cubrir el suelo y obtener materia seca en buena parte del año”.
Chilibroste recordó que “la información nos está dando período de barbecho muy largos, con el suelo descubierto, lo cual reduce las posibilidades de producir y aumento los riesgos de erosión”.
Otro problema es el manejo de las faltas de pasturas. “Aquellas que se logran instalar, ya sean praderas o verdeos de primer o segundo año, que tan bien se manejan o que tan bien pueden expresar su potencial productivo”.
Entiende que parte de la solución a este problema “es buscar mayor perennidad en la fase pastura. Surgen múltiples opciones, pero nosotros visualizamos dos líneas de trabajo. Una que se pueda construir en torno a la alfalfa --forrajera fuera de discusión para la producción de leche en todo el mundo--, y la otra línea complementaria de la alfalfa que sería la festuca”.
Sobre esta última dijo estar en discusión, “ya que es una especie que tradicionalmente no se usaba en la lechería al no ser la especie preferida por las vacas, pero nosotros le vemos potencial desde el punto de vista agronómico al ser una especie adaptada a la ganadería uruguaya, sobre todo en el área de la invernada”.
Sostuvo que a nivel de facultad se están buscando medidas de manejo vinculadas a la intensidad de defoliación y fertilización, que nos permitan ubicar un punto de encuentro, donde logremos buenas productividades y persistencia de pasturas sobre la base de festuca, sin comprometer buenos niveles de producción individual por el lado de las vacas”.
Recorrieron ensayos en el predio de facultad, donde se están aplicando esas ideas. Ya se están evaluando resultados de lo que sucederá durante el año en las pasturas, pero también en los animales que son pastoreados en estas circunstancias.
Propuestas adoptadas
“Nosotros nunca ofrecemos paquetes cerrados, sino tecnologías que cada uno de los productores la toma o la deja”, indicó Pablo Chilibroste al ser consultado sobre la puesta en práctica de los participantes, de la información que se proporciona en las jornadas”.
“Tenemos la expectativa de haber generado algún tipo de influencia en los cambios del sector en los últimos años. Trabajamos mucho sobre los conceptos, los principios y las posibilidades de controlar los distintos procesos”, dijo.
Recordó que hace 10 ó 12 años “comenzamos a decir que los sistemas lecheros tienen poca oferta de pasto en el otoño e invierno y seguirá siendo así. Lo que debemos discutir es cómo aprovechar ese forraje. Es de ahí que comenzamos a hacer pastoreo por horas, de ir una sola vez al pastoreo en el día y en el verano hacerlo solo de noche”.
“Abrimos un menú de posibilidades que ha sido ampliamente adoptado en toda la lechería nacional y los productores lo tienen incorporado”, dijo el profesional.
De todas maneras reconoció que “a veces es muy difícil para los productores poder cambiar, la asistencia técnica no siempre está disponible, el financiamiento no siempre es fácil, la seguridad sobre los resultados nunca está, al estar expuesto a la variabilidad climática que se nos han venido dando en los últimos años”.


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