Opinion | 05 Jul Un estudio del Ministerio de Desarrollo Social muestra un incremento del 68% del número de personas que se encuentran en situación de calle con respecto al anterior conteo efectuado en octubre de 2006. Según informa “Últimas Noticias”, en esa ocasión se constató la presencia de 310 adultos y 10 niños en situación de calle entre los que permanecen en los refugios y los que no. Sin embargo, este año son 1.000 en Montevideo, de los cuales 685 van a centros de atención nocturno.
Según los expertos del Mides, entre estas causas ya no se habla únicamente de alcoholismo, adicción a las drogas o enfermedades mentales, sino que el problema es particularmente relacionado con la degradación del mercado de trabajo --desocupación, bajos ingresos y trabajo informal-- y la paulatina ruptura de soportes cercanos.
Los hombres adultos solos son los de mayor presencia en calles y refugios, aunque ha habido un notorio aumento de mujeres solas y también familias. El proceso de desafiliación social planteado comienza para los hombres ex jefes de familia con la pérdida del empleo, que luego se extiende a una desocupación prolongada, lo que conduce a una serie de problemas familiares, y finaliza con el alejamiento de los hombres de su propio hogar.
En los últimos años ha aumentado el número de refugios, así como la atención que se brinda a quienes no acceden a concurrir a ellos, lo cual resulta positivo porque se atiende la necesidad de estas personas. Debe destacarse que en los refugios las personas cuentan, además de comida y un lugar para bañarse y dormir, psicólogos y asistentes sociales que les ayudan en sus problemáticas y en la búsqueda de una salida a la situación de calle.
Sin embargo, esto es solamente un paliativo a una situación que no debería existir. Sin lugar a dudas, resulta negativo que aumente el número de personas que no tienen dónde vivir. Evidentemente, las políticas sociales aplicadas no están dando los resultados esperados en esta área. Debería realizarse un análisis profundo y, como consecuencia, un cambio en las acciones para que los uruguayos y uruguayas no tengan que llegar a esta triste y degradante situación de vivir en la calle.