Deportes | 08 Jul Las ilusiones de volver a estar en el lugar más alto del fútbol mundial ya quedaron atrás, pero tampoco es como para deprimirse. Sin dudas que a todo un país le dolió ver el tercer gol holandés convertido por Arjen Robben, teniendo en cuenta que más de uno pensó que Uruguay estaba fuera de la definición del título. Y así fue, pero de la forma en que perdió Uruguay, complicando a Holanda hasta el final, incluso si el árbitro decretaba dos minutos más de juego podía llegar el gol, todo el país debe estar orgulloso. A medida que fueron pasando los partidos la ilusión comenzó a crecer y el sueño de llegar al título podía ser una utopía al principio, pero después ya parecía realidad.
Y es que Uruguay perdió el partido más importante en los últimos 40 años, pero no quedó afuera del Mundial de Sudáfrica. El sábado, el equipo que dirige Oscar Tabárez tendrá que enfrentar a Alemania, que ayer fue derrotado por España en la otra semifinal, y tendrá la posibilidad de quedarse con el último lugar del podio. No es poca cosa.
La delegación celeste ya está en Port Elizabeth, donde enfrentará a los teutones a las 15.30 horas de nuestro país, en el Estadio Nelson Mandela.
Los jugadores que participaron en el partido de ayer tuvieron un día de recuperación en un Spa de un hotel cinco estrellas de Ciudad del Cabo y los jugadores que no ingresaron entrenaron por la mañana en un estadio de la ciudad.
Los más destacado de la jornada de ayer fue la recuperación del capitán, Diego Lugano, que en el partido frente a Ghana sufrió un esguince de ligamento interno de la rodilla derecha, que lo dejó al margen del partido semifinal.
El defensor realizó algunos ejercicios con pelota junto al goleador Luis Suárez, quien después de la “atajada”, que colaboró con el pase de Uruguay a semifinales, se perdió el juego ante Holanda y seguramente será titular el sábado.
Los dos grupos, titulares y suplentes, se reunieron en el hotel Vineyard, donde recibieron visitas de familiares y amigos, antes de dirigirse al autobús rumbo a Port Elizabeth. “Es una oportunidad para mostrar qué es lo que intenta este Uruguay, de jugar de igual a igual, limpio y correctamente. El partido del sábado tiene importancia para mí en ese sentido”, explicó Tabárez. Para mañana el equipo tiene pensado entrenar en el estadio NMB University a puertas cerradas.