Deportes | 13 Jul El arribo de los flamantes campeones mundiales a Madrid, puso a toda España inmersa en una marea roja que sigue inundando la península, embebidos de una consagración esperada y que comenzó a hacerse realidad cuando el tremendo derechazo de Iniesta, allá en el ahora lejano Soccer City de Johannesburgo.
Cientos de miles, millones de españoles quisieron acercarse a los integrantes del plantel, que no cesaban de saludar, de pasarse uno a uno la Copa de campeones del Mundo, ocupando un ómnibus sin techo, que avanzaba a centímetros por las calles principales de la capital española llevando el valioso tesoro de los integrantes del plantel. El presidente español, Juan Rodríguez Zapatero, presente junto a los jugadores, solo atinó a decir “Ganaron por ser los mejores”, en momentos en acceder al vehículo que trajo a los flamantes campeones del orbe, primera consagración del fútbol española nivel mundial. En el momento de ser recibidos en el Palacio Real por el Rey Juan Carlos I y La Reina Sofía, el Rey les dijo “sois un ejemplo de espíritu de superación para las nuevas generaciones. Habéis demostrado la capacidad de España, para lograr juntos lo que nos propongamos”.