José Mujica

Deportes | 14 Jul Después de cuatro horas y media de sentir en carne propia el calor de la gente en las interminables calles de Montevideo, de cuatro horas y media en las que otra multitud apostada en los alrededores del Palacio Legislativo pudo disfrutar de varios espectáculos musicales, llegó el momento de que la delegación mundialista de nuestro país, conformada por el plantel, cuerpo técnico, colaboradores y dirigentes, subiera al estrado rodeado por miles y miles de personas.
Ahí, en la puerta del Palacio Legislativo, esperaba todo el Uruguay para seguir bañando de agradecimiento eterno a la selección. En ese lugar, varios minutos después, la delegación recibiría las 50 medallas que el Gobierno uruguayo entregó a modo de homenaje. Medallas hechas artesanalmente en bronce, bañadas en oro, que incluyeron al Escudo Nacional. Cada una de ellas personalizada, ofrendada por “el Pueblo Uruguayo” a cada mundialista, “en ocasión de su brillante participación en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010”.
Pero todo comenzó cuando el Presidente de la República, José Mujica, tomó de la mano al técnico celeste, Oscar Tabárez, y dijo: “Buenas tardes animador, el homenaje es para ellos, con emoción, cariño y compromiso. ¡Arriba orientales!”.
Y llegó el corto discurso del Presidente: “A la AUF, con todo lo que significa, el homenaje de este pueblo. A todos los muchachos, apenas dos palabras: nunca hemos estado tan unidos, por encima de las clases sociales, de los colores políticos. Nos han dado una cuota de coraje y de juventud. ¡Gracias muchachos en nombre de todo el pueblo uruguayo! Esto es de ustedes. Esto se lo ganaron, esta es la pequeña Patria que les reconoce que no solo son guapos sino que son valientes, porque mantuvieron compostura, altura, y nos dieron la esperanza de soñar. ¡Gracias en nombre de todo el pueblo uruguayo!”. Luego fue tiempo de escuchar las estrofas del Himno Nacional, coreado como nunca arriba y abajo del estrado. Cantado seguramente en todo un país.
“El camino es la recompensa”
Luego de breves palabras del presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, el técnico Oscar Tabárez recibió aplausos interminables en reconocimiento al trabajo realizado por quien fuera la cabeza de este proyecto que, después de cuatro años sinuosos, depositaron a Uruguay en el Mundial. Y que lo tuvo, casi, casi, peleando por el título.
Debiendo cortar su discurso ante el pasaje de aviones de la Fuerza Aérea pintados de celeste surcando un cielo gris, Tabárez afirmó “a la gente del Uruguay” que “estamos sorprendidos, asombrados, impactados, emocionados, pero sobre todo agradecidos; muy agradecidos”.
El entrenador agregó, emocionado, que “estos muchachos merecían un reconocimiento, pero esto ha superado todo lo imaginable. No hay palabras para describir lo que hemos presenciado hoy (ayer)”. Y fue un poco más allá: “Está muy bien festejar partidos ganados, triunfos. Pero quizás lo que demuestran ustedes es que no nos quedemos con los resultados para valorar lo que se hace. El éxito no son solo los resultados, sino las dificultades que se pasan para obtenerlos, la lucha permanente y el espíritu de plantearse desafíos y también la valentía para superarlos. El camino es la recompensa. Gracias, gracias, muchas gracias… ¡Uruguay nomás!”.