Deportes | 15 Jul No paraba de llorar. Emocionada, la mamá de Nicolás Lodeiro, Isabel, se fundía en abrazos interminables con vecinos, conocidos y no tanto, mientras intentaba bajar del auto que guiaba la novia del jugador. Alfonso, padre de Nico, esperaba nervioso en la puerta de su casa, visiblemente emocionado y preocupado sobre cómo podría ingresar su hijo a casa. “¡Ojo que está quebrado!”, repetía una y otra vez a la gente que poco escuchaba en medio de la locura generalizada.
“Esto es increíble”, dijo ya con mayor tranquilidad, sabiendo que Nico había ingresado a casa por la puerta del fondo, y que saludaba a una multitud desde la planta alta.
“¿Cómo viví el Mundial con Nico ahí? Con gran alegría hasta que llegó el partido con Francia. Cuando lo echaron no lo podía creer, quería que me tragara la tierra. Pero el Maestro (Tabárez, entrenador celeste) le dio la chance nuevamente y me gustó como anduvo. Colaboró con el equipo y creo que aportó su granito de arena para todo esto”, afirmó.
Alfonso agregó no tener palabras ante el recibimiento que tuvo su hijo. “Nunca en casa sonó tanto el teléfono como hoy. Llamaba gente que ni nos conoce, buscando el número en la guía. Es increíble. Nunca imaginamos esto, pero él se lo merece. Se emocionó mucho cuando tuvo en sus brazos a Juanita, su sobrina y ahijada, a la que volvió a ver después de 45 días”, agregó. Lodeiro padre no quiso dejar pasar la oportunidad de señalar que “Nico nos llenó de orgullo porque en todos lados a uno lo saludaban porque dejó todo y, sobre todo, porque siempre se acordó de su terruño. Sebastián Firpo y ‘Nacho’ Bianchi le acercaron en la rambla de Montevideo la bandera de Paysandú que pidió para llevar en la caravana, y se acordó de su gente durante la premiación. Eso fue muy valorado por todos los sanduceros”. Isabel, la madre que acompañó en todo momento a Nicolás en esta aventura que comenzó cuando el entonces pequeño futbolista decidió irse a Montevideo con tan solo 12 años, no podía contener la emoción.
Y no es para menos, ya que el cariño recibido ayer por Nico seguramente habrá provocado imágenes del pasado, del esfuerzo vivido.
“Estoy llena de satisfacción. Este recibimiento nos desbordó totalmente. Estoy orgullosa porque él se lo merece, siempre se acordó de de sus amigos, su familia, su gente. De Paysandú”, dijo.
“Esto es un premio para Nico, que se tenía mucha confianza. Le quedó el gustito amargo de que no le fue quizá como lo esperaba. Pero la experiencia, y esto que le ha hecho vivir la gente, será inolvidable para él”, agregó.