Locales | 09 Jul Mario Bandera, quien asumió ayer como alcalde de Quebracho, pronunció un discurso muy político y reivindicativo de la descentralización y las necesidades que tiene la villa con sus 58 manzanas, como describió el nuevo jerarca municipal.
Comenzó señalando que “hoy culmina una de las etapas de la descentralización impulsada por la ley, que muy tímidamente empieza por la liberación de poderes en autoridades locales, pero solo en la elección de sus gobernantes, y no mucho más”.
Bandera dijo que aspira a “que se descentralice en serio, y si no lo hacemos en el tema económico, esto no es tal, por lo que insistiremos con la asignación de los recursos que al Municipio le corresponden por su ley de creación”.
Dijo que el desafío que enfrentan es “marcar el camino que la comunidad desea para sí”, afirmando que “hoy la gente de nuestro municipio se convierte en actor fundamental de su propio destino”.
Las 58 manzanas
Describió luego la planta urbana de Quebracho, que “tiene 58 manzanas, de las cuales solo 7 están con cordones en todo su alrededor, 3 tienen cordón en tres de sus lados, tres en dos de sus lados y menos de 10 manzanas tienen cordón solo de un lado”.
Siguiendo con la descripción de su villa, dijo que hay “solamente 10 cuadras con carpeta asfáltica de más de 10 años, 15 están con bitumen, y en todos los casos colapsado”.
Irónicamente, preguntó si sabían que “en Quebracho tenemos un asentamiento, para no ser diferentes al resto nacional”, y recordó que aún no hay saneamiento, excepto en el Mevir, que la iluminación no es adecuada, que hay problemas de tránsito y que hay caminos vecinales “colapsados y con falta de recarga”.
Resumió diciendo que “son cosas que no se han hecho, y están para hacer (...) y a todas ellas las encararemos con dedicación y responsabilidad”.
Pidió la colaboración “de todos ustedes, vecinos”, destacando que la impronta que quiere dar es “la participación ciudadana efectiva, transparencia y optimización de los servicios”.