Opinion | 11 Jul Insertos en un contexto mundial de globalización de la economía, la comunicación y la cultura, y de transición hacia sociedades de información y de conocimiento, es evidente que el desarrollo sostenido de la industria cultural se perfila como eje privilegiado. Por eso, en todo el mundo la cultura se está convirtiendo en sector estratégico de la competitividad, el empleo, la construcción de consensos, el modo de hacer política, y la circulación de la información y los conocimientos.
Esta realidad que emerge con fuerza a nivel mundial está adquiriendo mayores y más visibles implicaciones en Uruguay a través de la puesta en marcha y desarrollo incipiente de las denominadas industrias culturales.
Cuatro proyectos innovadores uruguayos serán financiados por el Cluster de la Música para desarrollar proyectos que apuntan a crear realizaciones de producción musical con miras a la exportación. El próximo paso será la creación de una agencia exportadora de música uruguaya, lo que será un avance puesto que no existe una organización capaz de vender el catálogo de música nacional al exterior.
Los empresarios del sector, en general productores y managers jóvenes e innovadores, explicaron que no hay un modelo de negocios a nivel global que sea capaz de suplantar, de modo definitivo, al sistema de la industria discográfica, que diseñó el modelo de negocios característicos del Siglo XX y que “éste es el momento ideal para inventar cosas”.
“Antes, un artista esperaba firmar un contrato discográfico y se sentaba a esperar su dinero. Ahora nadie va a firmar algo así contigo, no es rentable, es necesario hacer otra cosa”, sostuvo Diego Traverso, coordinador del Departamento de Industrias Creativas del Ministerio de Educación y Cultura.
Ojalá que el empuje de los primeros y su creatividad para llevar adelante de propuestas innovadoras sumado al apoyo inicial del Estado redunde en el desarrollo de una nueva industria que brinde oportunidades al talento y la cretividad de nuestra gente como ha sucedido en otros sectores, como el software que hoy constituye uno de nuestros principales productos de exportación y una importante fuente de ingreso de divisas para el país.