El barrio de los campeones tiene nuevo vecino

Deportes | 12 Jul Escenario: Estadio Soccer City de Johannesburgo. Arbitro: Howard Webb (Inglaterra).
España: Iker Casillas, Sergio Ramos, Carles Puyol, Gerard Piqué, Joan Capdevila, Sergio Busquets, Xabi Alonso (86’ Cesc Fabregas), Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Pedro Rodríguez (60’ Jesús Navas) y David Villa  (105’ Fernando Torres). DT: Vicente Del Bosque.
Holanda: Maarten Stekelenburg, Gregory Van der Wiel, John Heitinga, Joris Mathijsen, Giovanni van Bronckhorst (105’ Edson Braafheid), Nigel de Jong (99’ Rafael Van der Vaart), Mark van Bommel, Wesley Sneijder, Arjen Robben, Dirk Kuyt (70’ Eljero Elia) y Robin van Persie. DT: Bert van Marwijk. Gol: 116’ Andrés Iniesta (E). Expulsado: 109’ John Heitinga (H). Amonestaciones: 15’ Robin van Persie (H), 16’ Carles Puyol (E), 22’ Mark van Bommel (H), 23’ Sergio Ramos (E), 28’ Nigel de Jong (H), 54’ Giovanni van Bronckhorst (H), 56’ John Heitinga (H), 67’ Joan Capdevila (E), 84’ Arjen Robben (H), 111’ Gregory Van der Wiel (H), 117’ Joris Mathijsen (H) y Andrés Iniesta (E), 120’ Xavi (E).

 Se terminó la fiesta y España tuvo su merecida recompensa. Sí, la Furia Roja, que dejó de lado el solo querer luchar para sumarle fútbol vertiginoso, hizo historia: se abrazó fuerte a la Copa del Mundo --la primera en juego en Africa-- por primera vez en su historia.
Fue un 1 a 0 sufrido ante Holanda, en un partido intenso en el que tuvo que remarla frente a la locura total de los holandeses planteando un partido en el que había que frenar al rival a como diera lugar. Fue victoria que llegó en el alargue, gracias a un gol de Iniesta, que valió el título después de empatar en un tiempo reglamentario durísimo.
España se consagró justo campeón por lo realizado en esta final complicada, que tuvo un espantoso primer tiempo, en el que las jugadas más destacadas fueron patadones impresionantes de jugadores holandeses que debieron irse al vestuario, pero que se mantuvieron en la cancha gracias al espantoso arbitraje del inglés Webb.
España era frenada a patadas pero, más allá de haber generado un par de ocasiones en los primeros 10 minutos, debió sufrir quizá más de lo esperado. Pero Casillas se mostró seguro y mantuvo la valla cerrada.
Luego de un trabado primer tiempo, ambos se soltaron. Y ganó el fútbol. España siempre quiso algo más, tuvo a Iniesta como su generador de fútbol pero siempre contando con la compañía de un equipo que mostró una dinámica más que interesante a lo largo del Mundial, y que dejó en claro que se afilia a aquello de defenderse con la pelota.
Pero Holanda no se quedó atrás. Un pase milimétrico de Sneijder a Robben casi da vuelta la historia, pero el golero español comenzó a transformarse en figura tapando no solo ese mano a mano, sino otro que tendría sobre el final del partido, otra vez ante el rapado delantero, cuando una España mal parada quedó al descubierto.
Hubiera sido demasiado castigo, porque los orientados por Vicente Del Bosque iban a más y habían hecho el aporte futbolístico en el partido.
Los dos buscaban, pero no encontraban premio.
Y llegó el alargue, en el que apareció el golero holandés para taparle el festejo a Fábregas, en el que Navas estuvo cerca de desatar la Furia. Holanda no se resignaba, pero la mayor parte del partido se alejó del fútbol, buscó impulsos personales y seguir frenando de cualquier manera el avance español.
Así, a poco de comenzado el segundo tiempo del alargue, Holanda se quedó con un jugador menos, en lo que fue demasiado poco castigo para un equipo que pegó en forma increíble. Pero Iniesta, a cuatro minutos del final, puso justicia y con un remate cruzado anotó el único gol del partido, el que le daría a su equipo el título, y el que le permitiría entrar en la historia grande del fútbol mundial.
Iniesta terminó por sellar el título a favor de un equipo que confirmó su favoritismo y que, siendo uno de los grandes candidatos al título, se dio el gusto de no fallarle a la esperanza de todo un pueblo que esperaba ansiosamente poder festejar una Copa del Mundo por primera vez en su historia.
España ganó un partido complicado, pero ganó bien.
Y hoy, cuando el Mundial ha quedado atrás, vale la pena señalar que el partido más importante del campeón en la cita sudafricana fue sin dudas el de aquel debut con sorprendente derrota frente a Suiza.
Porque hizo que el candidato se diera un baño de humildad, permitió que se tomara cada partido como una final y no como un trámite. Y ahí estuvo la clave de este equipo que apostó a jugar al fútbol, que tuvo muy buenos momentos dentro del terreno a lo largo de un mes, y que se llevó merecidamente la Copa. Hay un nuevo vecino en el barrio de los campeones, y se viste de rojo furioso. STB