Diego Forlán

Deportes | 13 Jul Más allá de no haber cosechado el título, está claro que la participación de Uruguay en el Mundial 2010 tuvo un significado por demás especial. Después de 40 años la camiseta celeste logró lucirse entre las mejores cuatro a nivel mundial, originando elogios de todas partes del globo, pero tuvo además la posibilidad de contar con el mejor jugador del Mundial, Diego Forlán, quien además compartió el primer puesto en la tabla de goleadores.
El delantero del Atlético de Madrid, una de las pocas estrellas que pisaron las canchas sudafricanas y que rindieron lo esperado, comentó antes de retornar a nuestro país que se enteró de que se había quedado con el Balón de Oro por medio de un amigo que, desde Buenos Aires, lo felicitó por el logro. Luego recibió el llamado de su representante, y poco después terminaría empapado ya que sus compañeros lo tiraron a la piscina del hotel en el que la delegación estaba alojada. “De pronto cayeron todos mis compañeros a la habitación y, cuando me quise dar cuenta ya me habían tirado a la pileta del hotel”, expresó Forlán al portal de la FIFA.
“Arrancó el descontrol y a festejar. Aprovechamos para no dormir y poder hacerlo en el vuelo” de regreso a Uruguay, dijo. Como es su costumbre, el blondo delantero subió minutos después a su página en Twitter el agradecimiento a todos y una foto en la que se mostraba junto a varios de los compañeros de la selección.
“La verdad es que en el tiempo que llevo jugando, nunca he tenido un grupo humano tan bueno como este”, afirmó sobre el plantel.
“Es algo tan impresionante como inesperado. Nunca en mi vida pensé en algo así, ni jamás fue mi objetivo. Quizás me imaginaba que, como delantero que soy, podía pelear la Bota de Oro, y de hecho estuve cerca. Eso hubiera sido más normal. Pero de ahí a ganar el premio al mejor jugador… Lo disfruto y estoy feliz de la vida, pero tengo en claro que es fruto del campeonato espectacular que hizo el equipo. Es un premio más para el buen momento del fútbol uruguayo”, agregó Forlán. El goleador celeste afirmó que el premio “también es de ellos”, haciendo alusión a los compañeros que jugaron poco o bien les tocó sufrir desde afuera, en tanto confesó su bienestar por “haber sido esperanza para mis compañeros o mucha gente en Uruguay, y haber devuelto esa confianza dentro de la cancha sin dejar de ser uno más, me pone muy bien”.