No sirve para otra cosa

Locales | 13 Jul La llama que, con una altura de hasta tres metros, corona la chimenea principal de la planta de Ancap ubicada en La Teja, Montevideo, es producto de la quema de gases “algunos altamente corrosivos”, y además “son muy livianos y es muy variable el caudal”, por lo que no es apto para la quema destinada, por ejemplo a la generación de energía eléctrica. Así lo confirmaron a EL TELEGRAFO el ex presidente de Ancap, ex Ministro de Industria y Energía y actual senador, Daniel Martínez y un técnico del organismo estatal, respondiendo también a la pregunta hecha desde una de las columnas de opinión publicada el 23 de junio.
Gases corrosivos
“Los gases que se queman son corrosivos, descomponen el material y además son prácticamente inutilizables”, afirmó el ingeniero Martínez, quien detalló que “el material de la antorcha es un acero especial, muy caro, porque la corrosión es muy grande”, y por esa razón no se considera para su quema “productiva”, ya que para hacer un generador eléctrico en base a la quema de esos gases, se necesitaría una inversión muy grande, que “haría antieconómica” la ecuación. Paralelamente, un técnico de la refinería de la Teja señaló que “lo que se quema en la antorcha son gases excedentes de la producción de combustibles, y su caudal es muy poco para aprovecharlo en otra producción”, además de ratificar que se trata de gases “muy corrosivos”, y “el quemador es de un acero inoxidable especial, con un sistema muy particular para el quemado y la generación de vapor”.
Es poco volumen
La gigantesca chimenea o “antorcha”, de 70 metros de altura, es alimentada normalmente con entre 100 y 200 metros cúbicos de gas que se generan diariamente, lo que es un volumen insuficiente para poder generar energía eléctrica. Se indicó que en ocasiones actúa como “válvula de seguridad”, cuando en la planta se dan sobrepresiones o variaciones, pero en todo caso “es muy poco el gas que se quema”. Por otra parte, dadas las características de producción, se trata de gases denominados “livianos”, con características de C1 y C2, en términos de contención de carbono. Se indicó, como ejemplo, que el supergas contiene C3 y C4, para hacer la referencia. El planteo de la utilización de la energía calórica que despide la “antorcha” fue analizado en varias oportunidades, considerando además los avances tecnológicos, pero hasta ahora no es rentable su explotación.