Rurales | 20 Jul El complejo ganadero transita por una escalada de precios muy difícil de prever pocas semanas atrás. Hay poca oferta, hay pasto, pero las subas en los precios han sido mucho más abultadas de lo que se podía suponer.
En estos últimos días, aunque sin perder firmeza, los precios del gordo parecen haber dejado atrás la fuerte escalada. En estas últimas jornadas se manejan referencias muy parecidas a las de principios de semana, de U$S 3,20 para los novillos especiales (con alguna operación hasta U$S 3,30), en el eje de U$S 3 para las vacas pesadas y hasta U$S 3,10 para las vaquillonas. Firme, pero con los mismos precios y con algunas plantas de faena que muestran una actitud algo más calma. Operadores del mercado internacional consultados coinciden en señalar que la fuerte suba de precios no tiene una correspondencia en lo que está sucediendo en los mercados internacionales, donde la demanda (más allá de algunos casos puntuales) sigue muy cauta y con precios presionados a la baja, caso del enfriado en la Unión Europea (el mercado de mayor valor).
Por lo tanto, se trata sólo de una situación de escasa oferta que no se revierte con mejores precios, sencillamente porque no hay ganado preparado.
Al ser una única razón y no haber un complemento del lado de la demanda internacional de carne vacuna, la tendencia no tiene bases sólidas en las que sustentarse, establece el informe de Negocios Ganaderos, de la consultora Blasina y Tardáguila. Se puede decir que le falta una pata y, por tanto, se hace más probable que se produzcan oscilaciones bruscas a la baja en cuanto empiece a aparecer algo más de oferta, o cuando los frigoríficos tomen decisiones más drásticas de reducción de la faena. En el mediano plazo hay pocas dudas en cuanto a que el mercado de la hacienda (gorda y de reposición) seguirá firme y con cotizaciones entonadas. Sin embargo, la coyuntura va más allá de esa tendencia, es una situación que, como tal, le faltan condiciones para perdurar en el tiempo. El mercado de haciendas gordas sigue tan o más enrarecido que en la semana anterior. Ni aún con subas de más de 10 centavos el kilo apareció oferta. La opinión generalizada de los operadores de diferentes regiones del país es que efectivamente no hay haciendas aptas para la industria. Para colmo de males, lluvias intensas ocurridas en distintas zonas están impidiendo entrar a los verdeos que han logrado el desarrollo adecuado, aunque en la mayoría de los casos no están prontos. Operadores recuerdan que en un mes el valor de los buenos lotes de ganado subió de U$S 2,60 a U$S 3,30 en segunda balanza, por lo que no resulta extraño que todas las plantas estén operando en rojo actualmente. Pero además de la suba de precios internos del ganado, el mercado internacional de la carne está operando en baja en la mayoría de los países importadores a excepción es Rusia, que sigue comprando a precios normales. En los demás casos, indicaron que se produjeron bajas desde U$S 200 la tonelada a cifras mucho más significativas en algún tipo de cortes.
Debido a toda esta situación, se advierte que las industrias están “pisando el freno” en los precios. Aquellas que tienen alguna reserva de ganado siguen pasando entre U$S 3,12/3,15, mientras que aquellas urgidas de materia prima y con menores costos operativos llegan a pagar U$S 3,20 y 3,25. En tanto, alguna que necesita completar un embarque teniendo el barco casi en el puerto, ha pagado hasta U$S 3,30 en segunda balanza.