Maldita inseguridad

Policiales | 26 Jul Antes solíamos ver la foto de un hombre poseedor de profusos antecedentes penales al costado de una crónica policial, sobre un hecho aclarado por la policía y resuelto por la Justicia Penal, determinando su correspondiente castigo. Actualmente, las cosas han cambiado: sabemos de niños prestándose a un intento de hurto de mercaderías en cualquier comercio y adolescentes robando en la vía pública o arrebatando en plena luz del día a ancianos o mujeres mayores con quienes se han relacionado.
Esta fue la experiencia que vivió una señora, María Teresa Porcheto, quien a menudo abría la puerta de su casa y ante la solicitud de un adolescente pretendiendo obtener una moneda, llevaba la mano a su bolsillo y extraía un billete. Ese mismo menor, de unos 14 años aproximadamente, no tuvo reparo en propinarle un empujón y despojarla de su cartera, para posteriormente emprender la huida.
Para nuestra sección “Maldita inseguridad”, nos dejó una carta destinada a él que reza: “A vos, que tantas veces me pediste una moneda y te di mucho más, el otro día cuando me sacaste la cartera te reconocí. Devolveme mis santos, mis piedras benditas de Salta. Mirá que a la vuelta de la esquina de Montecaseros y Tacuarembó te va a estar esperando mi ángel de la guarda y no te va a dejar seguir. Tirá mis cosas y mis lentes; yo tenía mucho para darte si me lo hubieras pedido. Y decile a tu amigo que también a él lo tengo bien identificado. No me devuelvas la cartera de cuero pero sí lo que contenía, no dinero sino elementos para rezar por vos, digno de lástima. No demores, mirá que los policías son mis compañeros y te van a encontrar; igual nos vamos a volver a ver. Espero, para poder perdonarte, me regreses las cosas. Pedile a Dios un trabajo digno. Firma: Una católica practicante que espera le traigas las oraciones. Las piedras de Salta te queman las manos”.