Opinion | 24 Jul El ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país, Luis Almagro, manifestó que se propone enviar al Parlamento un proyecto de Ley destinado a definir y regular la figura de “embajador especial” o “itinerante”. Es idea de Almagro que estos embajadores estén al frente de misiones especiales pensando que de esa manera se fortalece la actividad del Servicio Exterior. Los primeros en ser designados para ocupar cargos de esa modalidad son el ex ministro de Trabajo Julio Baraibar y el ex Canciller Reinaldo Gargano. “Baraibar va a colaborar en una misión que estamos preparando para los países escandinavos, él fue un importante dirigente sindical en Suecia y conoce mucho esa realidad. Por supuesto que también colabora en temas regionales donde tiene un gran conocimiento de algunos actores sociales”.
“Con Gargano ya estuvimos hablando y el está dispuesto a aceptar la tarea, afirmó Almagro. “Por el papel que juega Uruguay, tenemos un déficit en materia de Misiones de Paz. Necesitamos un embajador que trabaje con Haití y el Congo y no consigo ningún funcionario diplomático para esa tarea”.
Ahondando sobre la propuesta figura de “embajador itinerante”, el canciller sostuvo que “una vez que contemos con el marco jurídico específico la idea es ofrecer misiones a personalidades de los otros partidos. Lo importante es tener un plan de trabajo y ver quién lo podría hacer mejor dentro de esa institucionalidad. Me gustaría contar con personalidades como Julio María Sanguinetti para negociar algunas cosas con China, ya que tiene un enorme prestigio en ese país. El ex presidente Tabaré Vázquez y los actuales senadores Luis Alberto Lacalle y Sergio Abreu también serían los indicados para fortalecer vínculos con países como Estados Unidos o la Unión Europea”.
En otro orden, y ante una pregunta del periodista Edison Lanza sobre el clima interno de la Cancillería y los personalismos de los diplomáticos respondió: “para mí no es difícil estar acá. Esta es mi casa y yo estoy muy contento. Cuantos más planteos hagan los funcionarios para mejorar su perfil profesional, mejor para todos. Lo que no me gustaría es que el Ministerio se politizara o que el sistema político tuviera una actitud política respecto al Ministerio. La política exterior es de todos y debe defender los intereses de todos los uruguayos”.
Si bien las primeras designaciones son sin duda de carácter político partidario, aparecen como auspiciosas las intenciones anunciadas por el canciller uruguayo de requerir el aporte de personalidades destacadas de todos los partidos para encabezar misiones específicas. Esperemos que esta iniciativa no se trasforme en una mera creación de cargos donde “colocar” gente, porque concretar este anuncio sería por sí mismo un acto sumamente positivo tanto en lo interno como para la imagen que proyecta la Cancillería hacia el exterior. Imagen que, como lo sostiene el ministro, no es de un grupo político sino que es la imagen del Uruguay, la nación que integramos todos.
Sería, en buena medida, una nueva demostración del espíritu de democrática convivencia que tanto impresionó a observadores extranjeros cuando en Paysandú, en acto celebratorio del Centenario de nuestra publicación, altas personalidades de los diferentes partidos brindaron su visión del futuro en un marco de total cordialidad y respeto, algo que parece no ser común en algunos países.
Aguardemos pues que muy pronto podamos informar que misiones encabezadas por personalidades que son verdaderamente representativas estén actuando en diferentes partes del mundo llevando desde apoyo a naciones en situación desesperante, proposiciones que solucionen diferendos y hasta propuestas comerciales que beneficien a los países visitados tanto como al nuestro.