Nacionales | 26 Jul Dolor y rechazo
El ex presidente Tabaré Vázquez está muy dolido y no es para menos. La actual administración, de su propio partido, acaba de dar marcha atrás a una de las banderas que él enarboló, basado en su experiencia profesional y en el convencimiento de mejorar la salud de los uruguayos.
Con “profundo dolor”, Vázquez expresó su “rechazo total”, “absoluto” y “categórico” a la decisión del gobierno de flexibilizar las normas antitabaco aprobadas durante su administración. En un adelanto emitido por Canal 5 del programa “La noticia y su contexto”, Vázquez dijo que “por una presión chantajista de una multinacional como es Philip Morris, que lo que busca simplemente es doblar la voluntad del gobierno uruguayo para luego sacar réditos y mostrarlo como un triunfo para que otros países no inicien esta lucha contra el tabaquismo, es realmente lamentable”. Según informó “La República”, el ex presidente adelantó que denunciará públicamente esta situación en el Congreso Sudamericano de Oncología de Buenos Aires, donde participará esta semana con una ponencia sobre “Cáncer de Pulmón y Tabaquismo”.
“Muestra de debilidad”
Vázquez expresó también que en esta decisión del gobierno ­hay una ordenanza firmada y un decreto a punto de ser aprobado­ significa “un paso atrás y una muestra de debilidad en lo que es esta lucha contra esta pandemia mundial como es el tabaquismo, que ocasiona millones de muertes en el mundo”.
El ex mandatario ya hizo escuchar su opinión sobre el tema al presidente del Frente Amplio, Jorge Brovetto, “expresándole mi rechazo si tal medida se tomaba, porque a mí me habían llegado sólo rumores”, dijo. También comunicó su postura a integrantes del gobierno, y pidió que se le transmitiera al presidente José Mujica.
Lamentó que el gobierno tome una decisión de este tipo. “Lo digo con profundo dolor en el corazón, porque yo pertenezco a este gobierno, lo defiendo a muerte, apoyo totalmente las actividades, los pensamientos y las acciones que lleva adelante nuestro querido compañero José Mujica, pero en esto no lo puedo acompañar. Realmente expreso mi más profundo rechazo público a este tema”, sostuvo.
“No sirve para nada”
Y hablado de diferencias de pensamiento, otros que piensan diferente que el presidente José Mujica son los comunistas, que no comparten cómo está encarando la reforma del Estado. El Partido Comunista considera que, tal como está diseñada, “esta reforma no sirve para nada”.
Consigna “El País” que, según los dirigentes comunistas, “el Estado debe ser controlador, impulsor e inversionista de la economía, así como regulador de la actividad privada... Se trata de construir un Estado de nuevo tipo, al servicio de otro bloque de poder”. El borrador de reforma presentado la pasada semana por Mujica “no contiene nada de esto y está mal encaminado”, dijo el secretario del Partido Comunista, Carlos Tutzó.
“Hemos leído el borrador y hay ideas, al comienzo del texto, que compartimos, cuando se expresa que ‘el fortalecimiento institucional del Estado constituye un proceso de transformación fundamental en el camino que transita la sociedad uruguaya hacia niveles más altos de desarrollo económico y social’. Pero de ahí en adelante, nada tiene que ver con lo que se aprobó en el Congreso del FA”, reprochó el dirigente. Para él, ese borrador debería denominarse “Ejes de las relaciones laborales del Estado con sus trabajadores”, porque “es a eso a lo que apunta: sólo habla de la relación con los empleados. Pareciera que el problema son los trabajadores estatales, y no el Estado en sí”.
El Partido Comunista también postula la creación de entes testigo en las áreas donde hoy no tiene participación y el control obrero a través de la cogestión de los entes. “Si el Estado que se pretende cambiar continúa siendo una maquinaria para asegurar el dominio de la oligarquía, esta reforma no sirve para nada”, afirmó.
Discusión antes de ver la luz
A pesar de las discrepancias, los comunistas están abiertos a la discusión. “Esto recién empieza, iremos viendo qué pasa en el transcurso del tiempo”, opinó Tutzó. En algunos puntos del borrador que hacen referencias concretas a aspectos laborales y salariales, los comunistas entienden que “hay que darle participación a los funcionarios en una discusión previa, para que los conceptos se aclaren antes de salir a la luz pública”. El dirigente asegura que hay que estudiar el diseño que se plantea en el borrador de “una nueva escala salarial donde el grueso de la remuneración refleje el nivel de complejidad de la tarea y el nivel de responsabilidad asociada a ella”.
“Ahí los sindicatos tienen una vieja reivindicación que es la de equiparar los sueldos con la función: a igual tarea e igual horario debe corresponder la misma remuneración. Hoy hay empleados públicos que cobran hasta 20 veces más que otros con el mismo grado y dedicación horaria, y esas desigualdades hay que corregirlas”, afirmó Tutzó.