PAYSANDÚ INTERIOR

Locales | 30 Jul No es la primera vez que referimos a una escuela rural. Es que la escuela pública uruguaya tiene una incidencia de tal magnitud en lo profundo del territorio, que es casi inevitable recorrer nuestra campaña sin reparar en ellas, ya que, de algún modo, estos establecimientos significan para sus alumnos mucho más que aprender a leer y a escribir.
Esta vez es el turno de la escuela Nº 64 de pueblo Soto, fundada el 9 de agosto de 1940, que cuenta actualmente con 41 niños inscriptos, cuyo 75% presenta problemas de aprendizaje. La falta de referentes familiares, abusos y problemas afectivos, condicionan la calidad de vida de los pequeños, quienes a menudo exhiben problemas de autoestima.
Además, la problemática familiar genera alerta en los docentes, quienes procuran hallar la fórmula para avanzar con los programas establecidos, superando barreras que impiden un fluido relacionamiento con los lugareños, mientras que los conflictos generados entre los niños perjudican directamente el proceso de aprendizaje.
La escuela Nº 64 de Pueblo Soto está a 73 kilómetros y medio de Paysandú y 6 al noroeste del mojón 68,500 de la Ruta 26, por el camino vecinal denominado Cuchilla San José, que a su vez conecta con pueblo Gallinal y Cerro Chato. El edificio se yergue en el padrón Nº 6785 propiedad de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y fue construido en la 10ª Sección Judicial y la 8ª Policial. El establecimiento cuenta con un área edificada de 175 metros cuadrados y actualmente dicta clases desde inicial para 4 años hasta Sexto.
En cuanto a la zona urbanizada, Soto, con 300 habitantes, cuenta con un complejo de 23 viviendas, levantado a través del Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir), y también existe el llamado “Pueblo Viejo”, con un total de 27 casas, muchas de las cuales carecen de servicios esenciales como energía eléctrica. La escuela cuenta con dos docentes y una auxiliar de servicio y actualmente trabaja con el proyecto educativo “Hacia una comunicación más profunda con los padres”. Asimismo, cumplirá 70 años el próximo 9 de agosto, aunque los festejos se llevará a cabo el domingo 22 con actividades socio culturales que se desarrollarán durante toda la jornada.
La institución exhibe marcada precariedad en el mobiliario, que se traduce en escasez de asientos y mesas de trabajo para los alumnos.
Cabe destacar que es una de las pocas escuelas rurales del Departamento que ha aumentado o mantenido la matrícula en el último quinquenio, explicado en parte por la presencia del complejo Mevir y por encontrarse en una zona de producción citrícola.