ALFONSO LODEIRO

Locales | 30 Jul Nació en la ciudad de Guichón, en el barrio del centro en 18 de Julio casi Industria, en una casa que el Banco de la República otorgaba a los funcionarios. “Como mi padre era empleado del Banco vivía ahí”.
Alfonso Lodeiro nos contó parte de su historia, cargada de recuerdos de su Guichón natal, picados en el campito, la gloria como futbolista en la selección de Paysandú y su presente por los éxitos obtenidos de su hijo Nicolás.
Casado con Isabel Benítez, son padres de Alfonso, Natalia y Nicolás, y en su casa del Barrio Jardín nos narró parte de su historia de pibe criado en el interior del departamento. Alfonso Lodeiro conserva los más gratos momentos de su Guichón natal.
“En oportunidad de la asunción de Bertil Bentos como intendente, tuve la oportunidad de reencontrarme con una cantidad de gente de aquella época. Fue muy emocionante porque también tengo familiares por el lado de los Perezutti, Fabre y García. Tendría que ir más seguido por Guichón, pero por distintas razones no puedo. Es un raro sentimiento, una mezcla de melancolía, porque uno al ver a toda esa gente confirma como han pasado muchos años. Creo que también me causa hasta cierta alegría y un poco de tristeza al ver como han pasado los años para todos”, reflexionó.
De niño recuerda años fabulosos, concurrió a la escuela Nº 5 de segundo grado. “La directora era mi tía Julia García de Fabre, hermana de mi madre” y según confiesa, no corría con ningún beneficio. “Todo lo contrario: me obligaba mucho más, y la verdad que siempre tenía problemas con la conducta”.
Se crió junto a sus padres, 2 hermanas mayores y 2 hermanos menores.
Además de concurrir a la escuela pasaba las tardes enteras en las canchitas que se armaban en los baldíos. “Había muy buenos jugadores, yo apenas era uno más del montón”. Alcanzó a mostrar sus habilidades en sus entreveros de potrero y recién confirmó sus dotes de buen futbolista cuando vino para Paysandú ciudad, donde el propio Alfonso confiesa que “recién ahí me pude destacar”. Alternó en el baby fútbol de Plaza Rivera y luego – a la edad de 15 años – en Sud América, hasta llegar a Estudiantil. Con 17 años cumplidos alcanzaría una destacada participación integrando la selección mayor de Paysandú por el año 1972.
Como anécdota de aquellos tiempos Alfonso recuerda que estuvo a punto de debutar en la selección a los 16 años. “Era la primera fecha del campeonato del Litoral de Fútbol y fuimos a jugar a Artigas, a finales de 1971. Tuvimos como 2 días en Artigas y llovía torrencialmente y no se pudo jugar el partido. Nos vinimos, y recién el domingo siguiente jugamos como locales y ahí pude debutar contra Salto. Era para un fin de año y como yo cumplo el 2 de enero, si hubiera jugado ese partido en Artigas hubiera debutado en la selección con 16 años. Eran tiempos donde la gente comenzaba a hacer cola a mitad de semana para sacar su entrada en la oficina de turismo y los partidos eran los sábados. El estadio reventaba de público, tanto para los partidos del Campeonato del Litoral como los torneos del Interior. Llegábamos a otros departamentos para jugar y los sanduceros ya andaban paseando por las calles de las ciudades donde jugábamos. Eran terribles partidos, en tiempos donde no existía la televisión como ahora. Una mezcla extraña de batallas campales con carnicería”. En 1975 y con el pase en su poder tuvo la posibilidad de ir a España con el mismo contratista que llevó a Barroco Rey. Una importante lesión lo dejó casi al margen de la competencia. Fue entonces que viajó a Venezuela a la casa de su cuñado Michelini, quien también era de Guichón.
“Me fui a trabajar, porque físicamente estaba muy limitado. No me pude recuperar nunca de una pierna y me fui a trabajar con él. De todos modos alcancé a jugar, pero nunca más fui el mismo. Perdí mucho las condiciones, tuve estallido de ligamentos y nervio ciático. He hablado con varios médicos y me dijeron que nunca vieron una lesión tan importante como la que sufrí”.
En la actualidad, Alfonso Lodeiro se siente orgulloso por los éxitos obtenidos por Nicolás.