Paysandú, Jueves 05 de Agosto de 2010

OPINIONES

SOLICITADA

Locales | 01 Ago De la hazaña uruguaya y otras yerbas
Sr. Director:
Al referirme lógicamente de la perfomance que tuvo nuestro equipo --“el de todos” sin dudas--, por funcionamiento (en todos sus aspectos) convicción y amor por lo que estaban representando, no debo decir otra cosa que ¡muchas gracias!: han logrado que todo un pueblo sin ningún tipo de distinción haya festejado todo junto, momentos inolvidables. Desde mi punto de vista muy subjetivo evidentemente de la situación, me permito remitirme a algunas cosas que, de acuerdo a mi criterio insisto, “rompen los ojos”.
En este mundial y en los anteriores por qué no, no participaron los 32 mejores países futbolísticos del mundo, sí los mejores clasificados en las series que les tocó participar. ¿O acaso Costa de Marfil, Nueva Zelanda, Eslovenia, Eslovaquia, por citar a algunos, son más equipos que Colombia o Ecuador, por ejemplo? No voy a poner en tela de juicio la forma de disputa de las eliminatorias pues no tengo la solución y podría pensarse que “criticar es muy fácil”, pero que evidentemente la balanza se vuelca para algunos lados en este tren del primer paso hacia un mundial no hay dudas.
Uruguay, ¿hubiera sufrido tanto como lo hizo para clasificar si debía enfrentar a países Centro americanos? Seguramente no, y si no que lo diga México que se permite el “lujo” evidentemente apañados por algunos de sus padrinos de competir en la Copa Libertadores de América de Clubes porque en su “continente” no hay campeonatos “apetecibles” con los equipos de Sud América. Ahora eso sí, cuando hay que clasificar para el mundial: ¿pertenece al “grupo de Centro América?”. Entonces los jugadores en el momento de que son citados ya van sacando el pasaporte pues salvo una “debacle” estarán entre los “32 mejores del mundo”.
Pongo como ejemplo ese país pero si miramos con quién disputó Holanda esta fase clasificatoria evidentemente hay algunos a los cuales estaríamos mucho rato para ubicarlos en el mapa u obtener alguna información futbolística de ellos (está claro que a nuestro país también les debe de resultar dificultoso encontrarnos geográficamente, pero no en la historia del fútbol mundial), como así también la inclinación de cada vez hacer más partícipes a selecciones africanas --con las cuales no tengo otra objeción más que el mero hecho deportivo-- participando 5 (sí, cinco selecciones: Argelia, Sudáfrica, Camerún, Ghana y Nigeria) igualando de esta manera a Sudamérica (con Brasil 5 veces campeón mundial, Uruguay 2 y Argentina 2) que llegó con 4 en forma directa y otra “raspando” como la nuestra. ¿Ley pareja?
Por esto mismo, ¿a alguien se le podía ocurrir que Uruguay con su potencial económico y densidad poblacional podría salir Campeón Mundial? Eso pasó en el ’50 cuando realmente lo intereses económicos no eran tan determinantes y nosotros éramos la Suiza de América, ¿pero ahora? ¡Por favor! Si esto hubiera ocurrido no le quepan dudas que estaríamos comentando los “suicidios de Don Blatter y su Clan” como así también y por qué no el retiro de todas aquellas empresas que de una u otra manera hicieron de la FIFA una de las internacionales más poderosas del mundo.
¿Se les ocurre pensar en la producción, por ejemplo, de indumentaria deportiva, merchandise, etcétera para un país Campeón Mundial empobrecido y de apenas de 3 millones y pico de habitantes? Más aún: ¿los sorteos con sus respectivas series y luego sus cruces son cosas de azar? A ver: no hay campeonato (sea el que sea) en el que el locatario no saque sus “ventajitas” --de este modo lógicamente el negocio se hace más productivo y hasta atrayente si se le quiere buscar la parte deportiva al asunto--. Por eso es que evidentemente nosotros estamos como que equivocados, pues a nadie se le podía ocurrir que Uruguay fuera primero en el grupo, desbancamos al locatario el que luego de esa fase le tocaría, vaya fortuna, la serie más fácil para llegar por lo menos a semifinales que es el lugar al que deportivamente, insisto, cualquier país que no sea potencia puede aspirar (salvando tropezones como los de Ghana con un juez que más vale ni acordarse). Más es impensable por lo anteriormente dicho, sino que lo digan Paraguay, Chile, Argentina, que debieron enfrentarse con los grandes nenes del “trompo” (aunque a uno se le rompió la “piolita” prematuramente).
Fue entonces por esa cuota de suerte bien habida --porque nadie nos regaló nada--, que llegamos a jugar las semifinales. ¿Y que ocurrió? Lógicamente que Holanda o cualquier otra selección Europea (salvo Argentina y Brasil pero que ya no estaban) nos debía de ganar (el arbitro no vio al menos 11 infracciones que nos favorecerían y 1 de Uruguay que se le escapó vaya a saber por qué, cosas del destino).
Ahora sí, don Blatter comenzó a dormir tranquilo: el Campeonato quedaba en Europa, tal cual lo planificado.
Para finalizar (aunque habría mucho más para analizar), en el partido por el tercer y cuarto puesto, pese a que enfrentábamos a una selección europea, ahí sí entiendo que se podía dar la posibilidad deportiva (que lamentablemente no lo fue) de quedar terceros o cuartos. Ocurre que a esa altura para Alemania (negocio) daba prácticamente lo mismo el puesto aunque deportivamente demostraron vergüenza y jugaron a la par, ganando el partido en buena ley. Por eso, estimados lectores, les hago la siguiente pregunta: ¿quién fue tercero en el mundial del 90, 94, etcétera, etcétera? ¿No se acuerdan, verdad? Salvo una minoría muy memoriosa. No tiene demasiada importancia, por eso hasta se nos permite esa “osadía” de intentarlo.¡Aunque para nosotros sí! Llegar al cuarto puesto en este mundo del fútbol lamentablemente muy mercantilizado fue realmente una hazaña. Fue realmente una hazaña que no olvidaremos mientras vivamos. ¡Bravo muchachos, qué orgullosos nos sentimos de ustedes!
CI- 3.282.441-8

SOLICITADA
Peripecias en el Hospital
En la presente se detallan todas las peripecias vividas por mi compañera desde su ingreso al servicio de urgencias del Hospital Escuela del Litoral el 9 de julio hasta el 19 inclusive, día en que se le de dio de alta.
9 de julio: llegó de Pueblo Porvenir a las 10; la hicieron pasar, la atendieron, le hicieron algunos estudios para luego a la hora 18 ingresarla a la sala 2. 10 de julio: Fue un calvario por los dolores. 11 de julio: todo igual. Dr. Montero, Dra. Pequeño lamentables. Hora 13 se fue a Comepa en ambulancia privada y todavía se llegó tarde porque tuvo que esperar turno. 12 de julio: se hizo tomografía en Comepa, a la noche y luego de ver los resultados el médico dijo que va a derivar el caso a un internista, en una palabra se lava las manos. Ese mismo día a la noche se produce una fuerte discusión entre el Dr. Bonilla y otro médico que vino de guardia a la sala 8 y 9 delante de la paciente, acompañante, enfermera y demás internados que en esa sala se encontraban, porque a la tarde luego de terminada la tomografía yo, compañero de la internada, consulté a otro médico de Comepa, el cual fue claro en decirme lo que tenía mi señora, probando desde que llegó por si le pegaban con la medicación. (Se adjunta resultado de la tomografía).
13 de julio: se pasó el caso a la Dirección del Hospital. Por pasar el tema a la Dirección en horas de la mañana, nadie se arrimó a la paciente hasta las 18 en que apareció el Dr. Marcos López con el Dr. Fachelo, los que se hicieron eco de lo que pasaba con la paciente.
14 de julio: Burjel decidió el pase a la sala 8, donde permaneció hasta su alta definitiva. En el cambio, de sala 2 a sala 8 pasaron cosas feas: el extravío de resultados de los análisis encargados por estos dos profesionales, cosa que indigna tal vez por represalias por haber denunciado el caso a la Dirección del Hospital, pero los análisis se fueron recuperando a cuenta gotas. Primero la misma paciente consiguió una copia pero seguía faltando otro y nuevamente a molestar al laboratorio, en el cual se portaron de maravillas y al otro día ese resultado fue reclamado nuevamente por el Dr. Burjel, y se le contestó al Dr. que aún no había llegado. Para sorpresa de la enfermera ese resultado estaba en manos de la paciente, una verdadera vergüenza.
15 de julio: la paciente empezó a recibir la medicación correcta. 16 de julio: sigue mejorando. 17 de julio, hora 19.15: última medicación. Luego de esto la paciente baja a la cafetería, se la busca como si se hubiera escapado diciéndole que la estaba esperando el médico, caso que no era verdad, la enfermera lo único que quería era que la paciente volviera; había ido a la cafetería a distenderse un poco por el tremendo encierro. El médico que la trataba recién la vino a ver el domingo 18 a la hora 8; a su vez quedó de investigar por qué se cortó la medicación. Se agradece a la secretaria del hospital por agilizar el trámite pertinente para que le pudieran realizar la correspondiente tomografía a mi señora. Gracias al personal de Secretaría de Comepa, a la parte relacionada con tomografía por el lugar que me habían hecho para mi señora y que el mismo no fue utilizado hasta la hora que ya estaba coordinada, solo por capricho del Dr. Montero por no tratarse de algo urgente. Gracias a los doctores Manise, López, Fachelo, Mendieta, Burjel, Pujol; a las enfermeras por el aguante permanente. Gracias a Unificación, empresa de vigilancia. A Montero, Bonilla y Pequeño que no jueguen con la gente. Si mi compañera hubiera estado sola, la hubiera pasado peor.
Alvaro Carlos Barrios Donato, C.I. 2.684.932-9.

SOLICITADA
Sr. Director
Por la presente me dirijo a usted para denunciar algo que creía que aquí no pasaba, aunque me enteré que no es la primera vez que sucede. Una persona muy allegada a mí, fue asaltada con un arma en un paseo público de la ciudad, sin que las personas que estaban cerca hiciera nada.
Este no es el punto más importante, salvo el susto y lo que se llevaron (eran 2); lo peor fue lo sucedido en el Juzgado, donde enfrentaron al delincuente con la víctima, cara a cara, ¡sin tener ningún tipo de ¡reparo! ¿Cómo puede ser? El reconocimiento no se hace a través de un espejo? ¿Cómo sale esta persona a la calle sin sentirse amenazada? ¿A quién recurrimos? Las disculpas no valen, ¡esto es ineficiencia!
Saluda atentamente. E.N.CI 3.191.354-7


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