Locales | 04 Ago La mortandad de peces debido a las bajas temperaturas alcanza a los arroyos del interior departamental, además de la costa del río Uruguay. En Termas de Almirón, ubicadas a 90 kilómetros al Este del río, también están muriendo los peces.
Las muestras extraídas en el arroyo Guayabos y su zona de influencia, en Termas de Almirón, fueron analizadas por el Laboratorio Rubino a solicitud de la Intendencia de Paysandú para determinar la causa de la alta mortandad de peces que allí se registra. Los análisis, según manifestó el director de Higiene, doctor Jorge Ziminov, indican que los peces, en su mayoría ejemplares juveniles, murieron debido a las bajas temperaturas y a la falta de nutrientes en su hábitat. Los ejemplares analizados presentaban zonas de la piel algo congestivas, aletas caudales con aspecto desflecado, cabeza y ojos de aspecto gelatinoso y opaco, y branquias de color cianótico, además del tubo digestivo vacío.
La conclusión, firmada por las doctoras Carolina Mattos y Sthella Quintana, indica que “los peces remitidos pertenecían a categorías pequeñas crías, siendo muy vulnerables a los cambios manifiestos de temperatura que se han registrado, que además se debería acompañar con escasez de nutrientes en su hábitat durante los períodos invernales”. En tanto, el director de Higiene dijo que “las bajas temperaturas reinantes están afectando una categoría juvenil de peces que son los que requieren una mayor cantidad de nutrientes, y a su vez las bajas temperaturas reducen el desarrollo de determinados nutrientes”. La Intendencia ya había registrado mortandad de peces en el arroyo Guaviyú y afluentes, al noroeste del Departamento.
8º C en el agua
“El agua está registrando una temperatura entre 8 y 9 grados y eso ha disminuido el alimento de los peces. Esto, acompañado al efecto de hipotermia, los lleva a la muerte”, dijo Ziminov. Similar explicación se dio a la mortandad de peces registrada días atrás en la costa sanducera del río Uruguay por el biólogo Alfredo Pereira, integrante de la delegación uruguaya en CARU, quien había señalado que “la continuidad de períodos prolongados de bajas temperaturas afecta el sistema inmunológico y metabólico de los peces provocando, por ejemplo, que dejen de alimentarse o que, al verse afectado su sistema inmunitario sean atacados por hongos, bacterias y virus que están presentes en su cuerpo o el agua, sin provocarles habitualmente daño alguno, pero en esta situación los afectan”. El especialista recordó que en el invierno de 2007 ocurrieron mortandades similares, las que incluso llegaron al río de la Plata y la costa oceánica. Al igual que en dicha ocasión, fueron afectados fundamentalmente ejemplares juveniles, que son los que tienen menos reservas y necesitan alimentarse constantemente.