Policiales | 31 Jul Un hombre de 30 años y una mujer de 29 fueron procesados ayer por delitos relacionados a la venta de estupefacientes, luego de un procedimiento efectuado por efectivos de la Seccional Primera de Policía.
De acuerdo a información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, Víctor Manuel Almeida Fuentes de 30 años --poseedor de antecedentes penales-- fue recientemente detenido en el marco de la investigación del robo de una campera y 300 pesos, pero la Justicia lo puso en libertad con la condición de que devolviese lo hurtado. Pasaron varios días y el individuo no cumplió con la orden, por lo que fue nuevamente requerido por la Justicia. Personal de la Seccional Primera obtuvo información que señalaba la presencia del sospechoso en las inmediaciones de Bulevar Artigas y Horacio Meriggi, por lo que al concurrir lo encontró en compañía de su pareja, I.P.S.A. de 29 años. Ambos fueron conducidos a la comisaría y a Almeida se le incautó una bolsa de tela con 55 gramos de una sustancia similar a marihuana, distribuida en 57 envoltorios de nylon (“palancas”). Indagado respecto a la sustancia, dijo haberla comprado en la zona de Plaza Artigas, en tanto alegó que era para consumo. Los policías no creyeron la versión, ya que evidentemente la droga estaba acondicionada para su venta. La pareja del detenido dijo estar al tanto de la maniobra y aseguró que éste vendía la droga en 20, 30 y 50 pesos.
Desbaratan
“boca” de venta
Con una orden expedida por la Justicia, se allanó la vivienda de Almeida en el barrio “El Espejo”, donde --en presencia de su madre-- se incautó la campera robada y una planta de Cannabis Sativa de 1,10 metros de alto, que permanecía en el patio y cubierta con un equipo de lluvia. Una vez escuchadas las declaraciones, la Justicia Penal resolvió los procesamientos con prisión de Almeida Fuentes por un delito previsto en la Ley 17.016 en la modalidad contenida en el artículo 31 (venta), en calidad de autor. Por su parte, I.P.S.A. fue procesada sin prisión por un delito previsto en la misma Ley, en calidad de cómplice. Como medida sustitutiva a la prisión, se le impuso la obligación de presentarse una vez por semana en la seccional de su domicilio, durante cuarenta y cinco días.