Nacionales | 10 Ago “Vamos a la derrota”
El próximo mes se debatirá en el Plenario Nacional el rumbo que tendrá el Frente Amplio en el futuro. El resultado electoral que llevó otra vez al gobierno nacional a la izquierda, con mayoría parlamentaria alcanzada por escaso margen, y una baja votación en las elecciones departamentales, hizo prender una luz de alerta a la estructura partidaria. “La República” hizo un relevamiento de las voces de advertencia y de reclamo de cambios, tanto en la estrategia como en sus estructuras.
Algunos dirigentes son contundentes en sus afirmaciones. Si el Frente Amplio sigue funcionando como en la actualidad, “dentro de cuatro años vamos a la derrota”, considera el senador nuevoespacista Rafael Michelini, según dijo a radio “Libre”. El legislador quiere cambios: “Nuestra posición es clara en favor de definir lo que pasó en mayo de 2010 como derrota; es la primera vez que claramente el Frente Amplio desacumula. Y no estoy hablando de una derrota en algunos departamentos como Salto y Paysandú, sino de la pérdida de más de 80.000 votos en Montevideo, que votaron en blanco, que quiere decir que son frenteamplistas que decidieron, no votar otros partidos, sino dar la clara señal de que son frenteamplistas que por estas circunstancias no nos acompañaron”.
Michelini conoce las razones: “La causa es una falta de amplitud y para que esa amplitud vuelva, para recuperar esa amplitud, nosotros proponemos una serie de hechos. Que los comités de base, para ser tales, tengan a varios sectores políticos. Para que, cuando vayan al Congreso, vayan con la participación de opiniones del crisol del comité, que no haya mandato imperativo y que el propio Congreso esté dividido en la mitad de bases y la mitad de sectores, como es el Plenario, y no como ahora que, de los 2.400 integrantes del Congreso sólo 60 compañeros pertenecen a los sectores políticos”.
“El problema que nosotros tenemos es un divorcio entre la representatividad que el Frente Amplio tiene en la opinión pública y la representatividad que los órganos de conducción del FA tienen en la opinión pública”, dijo Michelini. “Hay un divorcio y hay que corregirlo y, naturalmente, la palabra derrota debe integrar la reflexión que estamos teniendo”, agregó.
Insistió en la necesidad de llegar a acuerdos para elegir presidente y vicepresidente del Frente Amplio en elección a padrón abierto y con adhesión simultánea. “No es fácil, va a ser una cosa dura, porque va al propio poder, porque se tiene que soltar la manija y compartirla, ese es el problema. Pero así como estamos, dentro de cuatro años vamos a la derrota. Estamos alejando a la gente de nuestra representación”, admitió.
“Oídos bien abiertos”
“El diputado de Asamblea Uruguay, Jorge Orrico señaló que en la izquierda “se debe tener los oídos muy abiertos, además de involucrar a la mayor gente posible en las grandes decisiones”. Entiende necesario que se abran las estructuras, y puso como ejemplo, a nivel departamental que los candidatos a la Intendencia no se deben elegir en los Plenarios, sino que sea directamente la Convención Departamental.
En tanto que en el MPP, el dirigente Heber Bouses considera que es imprescindible que el Frente Amplio defina sus objetivos, que “se agotaron en la etapa electoral, olvidando los objetivos de fondo que es la existencia del FA”. Considera que tiene que surgir una salida colectiva para los problemas de la fuerza política. Recalcó que al no tener claros los objetivos estratégicos, suelen aparecer los cuestionamientos de funcionamiento y estructura, entre otras críticas. Advirtió que “si no se tienen claros los objetivos, cualquier modificación en la estructura termina siendo una modificación administrativa”.
No entiende al sindicalismo
Parece que el ex dirigente sindical y ahora diputado frenteamplista, Víctor Semproni, perdió la sintonía con el sindicalismo y no lo entiende. “Me cuesta entender al sindicalismo actual”, admitió. Dijo a la radio “FM Claridad” de Colonia que actualmente “hay un concepto equivocado del sector trabajador, que piensa que porque el gobierno es de izquierda tiene la obligación de darle todo lo que pida, y hasta se extralimita en lo que es ese pedido”.
Semproni habla con propiedad pues fue sindicalista durante 45 años. “Hoy veo estos temas del otro lado del mostrador, del lado del gobierno y creo que los dirigentes sindicales han invertido los procedimientos, y eso es muy negativo”, dijo. “Hoy estamos en un mundo en el que hay guerras preventivas, se bombardea una ciudad en prevención de que pueda pasar tal o cual cosa, y eso es un disparate”, añadió.
“Los trabajadores, los gremios, prácticamente hoy están haciendo lo mismo. Veo que hay movilizaciones por reclamos de cosas que todavía no están siendo tratadas ni discutidas. Y eso me cuesta entenderlo”, sostuvo. “No puedo empezar a pelear para que cuando vaya a pedir el 20% de aumento el patrón me diga que sí... Se invirtió el orden con el que históricamente trabajó el movimiento sindical uruguayo”, aseguró el legislador del Espacio 609.