Opinion | 13 Ago Aunque sin aventurar mayores detalles, y menos aún un posible lugar para su ubicación, el ministro de Salud Pública, Ec. Daniel Olesker, anunció que las autoridades de su secretaría de Estado evalúan la instalación en el Litoral Norte del país de un centro de atención cardiológica de alta tecnología, en respuesta a una movilización popular que tuvo lugar recientemente en capital salteña en el marco de las acciones que desde hace años se desarrollan en la vecina ciudad en reclamo de la instalación de un Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE). En diálogo con nuestro colega Cambio, Olesker no aventuró respuesta en cuanto al lugar donde se instalará el Centro de Referencia Cardiovascular (CRC), pero anticipó que en un período del orden de los cinco días se tendría una definición, al tiempo que reafirmó que “no tengo dudas” que al norte del río Negro debe instalarse un centro de estas características.
El secretario de Estado no amplió detalles sobre las acciones que se vienen desarrollando, pero indicó que se está estudiando una serie de factores que responden a la necesidad de garantizar la calidad de estos institutos, en tanto evaluó que por su ubicación estratégica, Salto y Tacuarembó son los departamentos que tienen mayores probabilidades de ser elegidos por las autoridades del Ministerio de Salud Pública para instalar un CRC, que atienda a la población que vive en el norte del país.
Debe tenerse presente, a efectos de ubicarnos en el escenario nacional en esta problemática, que no existe siquiera un solo IMAE instalado fuera de Montevideo, y que por lo tanto los residentes en el Interior se encuentran en una situación de clara postergación respecto a quienes viven en Montevideo, ciudades satélite y departamentos cercanos, con un grado de riesgo en salud que crece en forma directamente proporcional con la distancia y dificultades de traslado hasta la capital.
Recientemente hacíamos referencia al tema en esta columna de opinión, y señalamos que desde hace muchos años incluso en el gobierno central se ha asumido la necesidad de descentralizar la atención de alta tecnología en salud, pero lamentablemente ni siquiera cuando ejerció la Presidencia el Dr. Tabaré Vázquez, con amplio conocimiento del tema por su condición de empresario en el área de la salud, se hizo algo efectivo para reparar esta grave omisión. Es decir que han pasado ya gobiernos de todos los partidos, pero más allá de los discursos de ocasión en ningún caso se han registrado avances más o menos significativos en cuanto a acciones para instalar algún IMAE en el Interior, lo que indica que la voluntad política manifestada en los discursos nunca se tradujo en algún intento real por cambiar la pisada, y así, entre amagues y esquives, seguimos en el mismo panorama de siempre, e incluso durante la gestión de la ex ministra de Salud Pública María Julia Muñoz no solo no se instaló ningún IMAE fuera de Montevideo, sino que el ministerio hasta truncó la instalación de un centro regional de traumatología en Young, que contaba con financiación de una fundación italiana.
Por su lado, el ministro Olesker hasta ahora ha tenido una actitud diferente a la de su antecesora, e indicó a nuestros colegas que se vienen estudiando varios aspectos que hacen al funcionamiento de un centro de estas características que necesariamente se deben tener en cuenta antes de decidir el lugar donde se instalará el instituto.
Recordó que son elementos “muy valiosos” a considerar el acceso que tiene el departamento desde los diferentes puntos del norte del país en referencia al tiempo de atención, la cantidad de gente que puede lograr atender, los recursos humanos especializados con que cuente el lugar, el equipamiento médico que se tenga o se vaya a instalar, así como los técnicos que abordarán las intervenciones como angioplastias, cateterismos o cirugía cardíaca.
De ser así no caben dudas que el lugar indicado entre las dos opciones que se manejan, es Salto, aunque geográficamente pareciera ser mejor Tacuarembó por ubicarse justo al centro del país. Quizás por ese motivo fue que el gobierno de Tabaré Vázquez decidió instalar en esta última ciudad un centro neuroquirúrgico, ignorando que la mayor parte de las cirugías de urgencia de este tipo en el Interior son de conductores de motos con serias lesiones en la cabeza, y que las ciudades con mayor cantidad de motos –y por ende mayor siniestralidad—son precisamente Salto y Paysandú, separadas de Tacuarembó por más de 200 kilómetros de rutas en pésimo estado. Ahora estamos a tiempo de evitar volver a cometer el mismo error, puesto que la mayor concentración de habitantes está precisamente en el Litoral, donde hay mejores comunicaciones que con el centro del país, por lo que lo lógico pensar que Salto sería el lugar indicado.