Locales | 13 Ago El paraje La Cuchilla tiene aproximadamente 80 años de antigüedad y bien podría llamarse Paraje De Los Santos, ya que la mayoría de sus pobladores pertenecen originalmente a una misma familia. Sus descendientes constituyeron nuevos hogares y hoy ocho nuevas familias habitan un caserío ubicado a pocos metros del mojón 68 de la Ruta 26, al oeste de Sauce de Buricayupí. Los jefes de hogar son en su mayoría zafreros y puesteros en establecimientos rurales. Los niños concurren a la escuela 31 de Sauce de Buricayupí.
Desde octubre del año pasado cuentan con energía eléctrica y, según se desprende del propio relato de los vecinos, sueñan con poder acceder dentro de poco “a una vivienda digna a través del programa de Mevir”, ante cuya comisión honoraria se presentaron para plantear su situación.
En este lugar las familias eran asistidas con el servicio de agua potable desde la junta local de Cerro Chato –los vecinos cuentan con 6 tanques de 700 litros obtenidos mediante el presupuesto participativo--, lo que se cumplía cada 8 días. Pero desde hace un mes el agua no llega y ello ha obligado al acarreo desde algún arroyo o cañada cercanos, con las dificultades que eso genera.
El camino de acceso al paraje presenta severos daños y para llegar hasta la última vivienda –150 metros– debimos dejar el vehículo sobre la ruta e ingresar a pie. Pero los pobladores no desisten en su lucha por mejorar su situación; de hecho ya han concretado metas inimaginables. Algunas antenas parabólicas y el acceso a electrodomésticos son la señal más contundente de las ganas y empeño que estos vecinos rurales han puesto en ello.