Permite el monitoreo diario del establecimiento

Rurales | 17 Ago El ingeniero agrónomo Gastón Álvarez, editó un libro sobre la “Gestión de tambos”, el cual a través de un método rápido, genera una nueva herramienta para la determinación diaria de costos de producción y resultados operativos.
El profesional sanducero entiende que entre las múltiples incógnitas que enfrenta el tambero en su producción, y tratándose de una empresa que busca rentabilidad, “está la de saber si la combinación de recursos que realiza en cada momento es la más conveniente para alcanzar el objetivo buscado”.
En la introducción del libro, establece que “son muchas las variables que intervienen en esta ponderación, tanto del punto de vista del costo del insumo, como del valor del producto muy difícil obtenerla en forma instantánea, máxime tratándose de un rubro tan dinámico y complejo como la producción de leche”.
“Normalmente el dato más exacto se obtiene en un período anual, en el cual se tiene a la vista los resultados de la acción conjunta de cada una de las variables. No obstante. Es un dato tardío a los efectos de timonear el navío en plena tormenta, ya que cuando se logra disponer del resultado, éste ya fue bueno, regular o malo y no hay posibilidad de efectuar ninguna corrección”, sostiene.
Recuerda que en un momento del año pasado no sabía dónde estaba parado, si ganaba o perdía dinero. “Producíamos unos 8.000 litros de leche diarios y se hablaba de que se perdía $ 1 por litro, por lo tanto si estaba perdiendo $ 240.000 por mes, quiere decir que en dos meses estaba liquidado”.
El análisis de su empresa, le permitió conocer la primera realidad del negocio en el mes de agosto de 2009. Le indicaba que era muy débil la gestión, que “si bien los números no eran negativos, eran tremendamente débiles. Pero me dio el coraje para decir no estoy perdiendo”.
Álvarez aclara que “dentro del período y a falta de herramientas adecuadas para tomar decisiones nos manejamos con datos parciales, señales, opiniones, informaciones aisladas, instituciones, que muchas veces convierten la labor del empresario en un acto de adivinación más que de acción empresarial objetiva”.
“Como consecuencia, las decisiones que se toman no siempre son las correctas, o si lo son no fueron hechas en el tiempo adecuado”, indica el principal del establecimiento San Sebastián Nuevo SA, que explota tambo, agricultura y ganadería en la zona de Estación Porvenir, en nuestro departamento.
El método que se propone Gastón Álvarez para superar la limitante expuesta, busca informar al productor “sobre los resultados de su combinación de recursos día a día, actuando como un alerta en tiempo real para las correcciones que fueran menester”.
Es en esencia un tablero de control que permite el monitoreo diario de la empresa (tambo) en sus aspectos económicos y operativos. “Básicamente ofrece al productor una fotografía instantánea para un día de ordeñe, de cual es su costo de producción total, incluyendo fijos y variables, y discriminando para cada uno de los lotes de manejo de alimentación que el tambo cuente en ese momento”.
Agrega que conocido el precio del producto final, “muestra el costo de cada vaca y cada lote en dólares y en litros de leche, lo que contrastado con su producción real, muestra la eficiencia productiva cuantificando a la vez el resultado”.
Finalmente, a través de la sumatoria de costos y resultados productivos de los distintos lotes, muestra el costo total de la operativa así como el resultado económico final (antes de impuestos IRAE/Imeba), expuesto en términos de: margen neto, relación costo/producto y rentabilidad de la operativa.
Ventajas
Con 32 años de trayectoria en la explotación lechera, Gastón Alvarez presenta diferentes ventajas del método, que refleja su experiencia en el sector.
El mismo actúa como señal de alerta rápida previniendo pérdidas económicas y financieras, además de prever y dimensionar el presupuesto de insumos a proveer. Entre otros aspectos, adelanta y cuantifica los movimientos financieros a disponer; ayuda a la fijación de limitantes para el secado; alerta sobre la necesidad de cambios en la combinación de recursos que se maneja; cuantifica la inversión operativa y los beneficios correlativos a la misma; posibilita ponderar los resultados según los riesgos implícitos; permite identificar los límites entre productividad y rentabilidad; mide la eficiencia de los recursos utilizados. Álvarez subraya que los mejores resultados en la aplicación de esta herramienta, “se obtendrán en las empresas que llevan gestión contable y con un rodeo estabilizado, ya que el costo base está confeccionado con la información del ejercicio anterior y extrapolado al actual. De no ser así, deberá considerarse en los resultados un margen de error.