Paysandú, Domingo 22 de Agosto de 2010
Rurales | 21 Ago La jornada del negocio ovino enmarcada en el Plan Estratégico que llevan adelante instituciones del sector, industria y productores, permitió al ingeniero agrónomo Alberto Bozzo presentar los resultados de su empresa, en donde desde hace varios años el rubro lanar viene superando en ingreso a la ganadería vacuna.
El productor apunta desde hace 10 años al afinamiento de la majada Merino Australiano, ya sea a través del Núcleo de Merino Fino del INIA o de Central Lanera Uruguaya, que “me aportaron el mejoramiento genético y un montón de herramientas y servicios para poder afinar, ya sea inseminación e importación de semen”, señaló en diálogo con EL TELEGRAFO. El productor sanducero con establecimiento en la zona de Arapey, límite de los departamentos de Salto y Artigas, sostuvo que en estos últimos años “se ha logrado una majada fina, hoy en el entorno de las 19 micras, manteniendo el peso de vellón y con animales más grandes. El miedo que teníamos de afinar y perder tamaño en el animal hoy no sucede, que era la gran incógnita cuando arrancamos el proyecto”.
Acotó que el uso de animales con EPD y medidas objetivas “nos permite contar con animales más finos, pero también más pesados”. Citó el caso del operativo cordero pesado, que brinda al productor una rentabilidad “muy grande y es posible”.
En lanares se hace ciclo completo, con venta de cordero pesado y comercialización de carneros, en tanto que en vacunos el ciclo es incompleto. “Se invernan las vacas a campo y los novillos se recrían hasta 350 kilos y de ahí se capitalizan con invernadores, que también era el gran cuello de botella que teníamos, porque se nos complicaba llegar a invernar novillos”, dijo.
Consultado si en algún momento analizó la posibilidad de cruzar vientres de última cría con ejemplares de razas carniceras, Bozzo explicó que los resultados obtenidos con su majada Merino “han sido muy buenos”. Agregó que no le cuesta “invernar esos Merinos. El único cuidado es al destete en el mes de enero, con campos que en el Norte del país son de muy baja proteína --los corderos necesitan por los menos 15% de proteína--, por lo que se les debe dar alguna suplementación a través de granos hasta el mes de marzo cuando comienza a mejorar la calidad de los campos”.
Indicó que cuando se aproximan las primeras esquilas a principios de agosto, “10 días antes trato de darles de comer lo mejor que tengo y a los tres meses esos animales se van. Según el promedio obtenido en el establecimiento en los últimos tres años, salen con 38 kilos puesto en planta, con un diámetro de 17,5 micras y casi tres kilos de vellón. Respecto a la Unidad Ganadera, señaló que la misma ha aumentado en los últimos años. “Actualmente es de 1 UG, en un campo con Índice de 0,74. Esto viene de la mano del aumento del área mejorada de 3% en el año 2002 a un 17% en la actualidad y la idea es seguir aumentando. Se agrega una importante suplementación estratégica y especial en algunas categorías”.
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