Locales | 18 Ago Evaluó el Ing, Miguel Fraschini, presidente de Energía Limpia Paysandú, que evidentemente Uruguay necesita contar con mayor disponibilidad de energía y a un precio competitivo, teniendo en cuenta que “durante muchos años no se invirtió en lo que se tenía que invertir”, y que entre otros aspectos se apostó a que los países vecinos iban a concretar inversiones y por lo tanto habría excedentes baratos.
Pero la realidad se ha presentado distinta, y así “hoy los vecinos están tan necesitados como nosotros” y no se ha invertido, precisó.
Amplió que en el Uruguay desde hace tiempo ya no hay posibilidades de construir más represas de porte significativo, por lo que se está analizando apelar “a soluciones más caras, como gas natural licuado, que hay que importar incorporando una planta regasificadora, o comprar carbón, que es un energético contaminante u optar por la energía nuclear, que es un proyecto demasiado grande en escala para el tamaño de Uruguay y largo en el tiempo”.
Aseguró que por lo tanto hoy lo que a corto plazo puede hacerse es permitir que privados inviertan en fuentes renovables, que son los residuos forestales y la energía eólica, lo que explica que actualmente el Poder Ejecutivo esté interesado en que haya este tipo de inversiones. En el caso del proyecto de Azucarlito, los cinco megavatios que genera significan prácticamente un 10 por ciento de los cuarenta megavatios que consume Paysandú, y en este caso se da que UTE lo compra y luego lo vende prácticamente a pocos metros a otras fábricas sanduceras, lo que a la vez reduce pérdidas en la red de transmisión del organismo.
Flexibilidad
Evaluó Fraschini que la Asociación de Generadores de Energía considera importante que haya mayor flexibilidad en la contratación de energía, lo que constituye una variante interesante, que puede contribuir a incorporar elementos positivos de las dos modalidades existentes para promover la instalación de nuevos emprendimientos privados.