Walter Giordano

Rurales | 21 Ago Al conocido criador avícola sanducero Walter Giordano aún le cuesta creer que uno de los productos que presentó en la Exposición Avícola de Salto, haya sido elegido por los tres jurados de la muestra con el Gran Campeón de la Expo y el mejor ejemplar sin distinción de sexo.
Es el Gran Campeón de la raza Orpington Negro, sangre de la cabaña sanducera. “El padre de este animal fue también Gran Campeón de la raza”.
El actual presidente de Avicultores y Cunicultores Unidos de Paysandú hace más de 40 años participa en estas exposiciones, pero es la primera vez que le toca ganar en Salto, triunfo que “realmente me hizo volcar algunas lágrimas”.
Señaló que “siempre estuvo ahí, pero no podía sacar el mejor animal y este año se me dio”, agregando que “esta es una muestra espectacular, muy buena y de las mejores que ha hecho Salto.
El principal de “La Higuera”, cabaña ubicada en la zona de Cangüé, precisó que “esperemos que esto se vea reflejado con la visita del público en estos días. No sirve de nada si se hace una buena muestra y la gente no apoya y no viene. También las ventas son importantes porque nosotros apostamos a una mejor genética, pero sin ventas no podemos hacer nada”.
Entiende que se debe continuar “con el origen de los pedigrí. Nosotros amamos este trabajo porque viene de familia, yo lo traigo de mi padre y mi abuelo y ahora sigue mi hija. En definitiva la gran satisfacción es venir y ganar, pero por sobre todo compartir con tantos amigos que tenemos en Salto”.
“Mucha alegría hemos sentido este año, ya que los cuatro premios de animales jóvenes los he sacado y espero que en el Prado en setiembre estos ejemplares me sigan dando satisfacciones”, subrayó el criador sanducero.
Jurados
El profesor Werner Kirschbaum dijo que “hemos visto una excelente muestra, para lo cual se debe tener en cuenta que es el Interior, pero sin embargo no tiene nada que envidiarle a las que se realizan en el Prado y Palermo, por la cantidad de animales y la calidad”.
El nivel de Salto “no tiene nada que envidiarle por ejemplo, a la última Exposición de Palermo donde actué como jurado. Esto se debe a que los jurados a veces andan buscando animales lindos por preciosismo y se han olvidado de animales funcionales. Esto no debería ser, es una dicotomía”, sostiene. Acotó que el criador “cría a veces porque necesita sacar premios y poder vender, y entones cría lo que le gusta a los jurados. A veces los jueces se desvían de la funcionalidad, donde se pierden líneas y se van arruinando las razas con el tiempo. Esto está pasando hoy, y sucede como dije, con el preciosismo, donde se busca mucho la coloración de plumas, la perfección, que en realidad no superan los 30 puntos. Un animal con perfección en las plumas y en color, nunca puede ganarle a un animal que moderadamente es bueno en la forma”, dijo.