Locales | 20 Ago La Escuela 64 de pueblo Soto comenzó a funcionar el 9 de agosto de 1940 y su primera maestra fue María Rosa Baccino.
Originalmente, los docentes dictaban las clases en un rancho construido de paja y terrón, mientras que por aquel entonces había 66 alumnos inscriptos y la asistencia media del primer año fue de 40. El rancho estaba en un predio contiguo a la casa de Blanca Colmán, actualmente propiedad de Hugo Pérez, y por entonces la institución era conocida como la escuela del “Terrón”. La precaria edificación contaba con un salón rectangular de 5 por diez metros, dos piezas, una cocina y un recinto destinado al maestro. El salón donde se dictaban las clases tenía piso de Portland y --según cuentan los viejos maestros-- en invierno resultaba muy húmedo y frío, a tal punto que en algunas oportunidades llegaba a “verter agua”. Además, por tratarse de una propiedad particular, se pagaba por concepto de alquiler 15 pesos uruguayos.
De acuerdo a datos oficiales, una de las primeras alumnas inscriptas fue Esther Lila González (82), abuela de Romina y Walter Rivero, niños que actualmente concurren a la escuela, y además bisabuela de Brian Pedroso.
Es muy apreciada por los vecinos y, como ex alumna, siempre está dispuesta a colaborar con la escuela, participando activamente en los festivales que se organizan. Esther también fue compañera de Dora De los Santos, abuela de Nicolás y Camila Andrada, niños que también acuden a las aulas de la Escuela 64.
En aquel primer año de actividad, la institución también recibió a varios de los once hermanos Rivero, entre ellos a Natividad, León, Gilberto, Ramón y Jesús, en tanto de aquella época también se recuerda a los cuatro hermanos Chéchile.
Luego de esa primera etapa, la escuela funcionó en un predio propiedad de Pascual Jiménez, mientras que en 1962 se formó la Comisión pro edificio escolar, presidida por Enrique Rivero y la maestra de entonces, Ana María de Mussio. En 1964 finalmente se inauguró el nuevo local, en el sitio donde funciona actualmente, donde por entonces se desempeñaba la maestra Matilde Jeffry, que fue profesora de Pedagogía en el Instituto de formación Docente de Paysandú.
Posteriormente llegaron las maestras Estela Bico de Rochón, Blanca Rodríguez, Adriana Saraibe, Juan Amarillo, Raquel Vial, Daniela Zabala, Mercedes Pereira, Mariel Silva y Jessica Martínez, así como el maestro Leonardo de Souza, entre otros, ya que la institución llegó a tener tres docentes en forma simultánea.
A modo de homenaje a ese rico pasado escolar, el pasado 9 de agosto alumnos, docentes y estudiantes --que realizan la práctica rural-- visitaron a las ex alumnas Esther Lila González y Dora De Los Santos, a quienes entregaron un presente. En un tramo del homenaje, los visitantes entonaron el himno de la Escuela Rural, que las ex alumnas recordaban muy bien de los tiempos de la escuela del “Terrón”.
Algunas de las familias originarias y que habitaban Soto en tiempos de la inauguración de la escuela son los Escobar Ledesma, González, Montero, Castel Jiménez Rullier, Rivero, Lacrea, Buzzo, De los Santos, Ortiz y López.
La Escuela 64, una historia que comenzó a escribirse con tinta y hoy, en tiempos de computadoras del Plan Ceibal, mira al futuro con esperanza.