Opinion | 23 Ago Ni la música se salva del centralismo. Los principales músicos dan sus conciertos en Montevideo, debido a una cuestión de infraestructura y mercado, y son pocas las veces que en el Interior se puede disfrutar de espectáculos musicales. El festival de rock más grande del país nació en Durazno pero este año terminó por ceder al poder de Montevideo.
Con la intención de darle un nuevo impulso al festival, la séptima edición del Pilsen Rock se realizará en dos fechas en la capital, reforzado en esta oportunidad con la presencia de figuras del exterior. La primera jornada se desarrollará el 7 de octubre en el Teatro de Verano. Mientras que la segunda y gran jornada será el 16 de octubre en la Rural del Prado. Tras alcanzar un importante acuerdo de la asociación con la productora argentina PopArt, llegarán este año de la mano de la cervecera Pilsen –cuya propietaria es la multinacional AmBev, la misma que hace unos años nos privó a los sanduceros de la producción de Norteña--, cuatro grandes bandas internacionales, dos de Estados Unidos y dos de Argentina: Queens Of The Stone Age, Pixies, Los Violadores y Andrés Calamaro. Mientras que No Te Va Gustar, Hereford y Buenos Muchachos serán las principales bandas uruguayas que se presentarán en el festival.
Quizás a modo de compensación, la cervecera informó que cambiaría las características del evento, que pasaría a rotar por distintas ciudades del país, siempre y cuando se encuentre el apoyo necesario. Circularon distintas versiones: una aseguraba que se mudaba a Rocha y otra que a Treinta y Tres, aprovechando la infraestructura del Festival del Olimar. Pero no pasó de los rumores y acabó siendo Montevideo. Fuentes de la producción del evento dijeron a radio “180” que “si bien nació y creció en Durazno, en algún momento la renovación también cubriría la locación del evento”. A eso se sumó que “Montevideo no tiene grandes festivales”. Desde su creación, el Pilsen Rock ocupó un lugar inédito en el rock nacional. Un festival que se realizaba en la ciudad de Durazno, hacia la que peregrinaban un promedio de 100.000 personas. Pero el Interior volvió a perder ante Montevideo. Durazno --el centro del país-- quedará con las manos vacías y posiblemente no vuelva a ser sede del espectáculo. Perderán los locatarios, aquellos que se beneficiaban de una buena zafra en los rubros de gastronomía, bebidas, alojamientos, transporte y venta de prendas, como remeras alusivas al espectáculo.