ESCRIBE EL DR. RODOLFO CANABAL

Locales | 24 Ago Desde hace ya prolongado lapso se controvierte con mucha frecuencia sobre las condiciones que en general prevalecen en el régimen de la educación media nacional; se considera por muchos compatriotas que no se ajustan o adecuan a lo que es más conveniente para quienes deben cursar los programas respectivos.
Con relación a sector tan importante, además, existen conceptos no favorables sobre la forma en que aquellos que tienen a su cargo la muy importante y delicada función docente desarrollan sus actividades gremiales, pues se entiende que más ponen el acento en sus personales intereses en forma que no se acompasa con sus responsabilidades como docentes. Al respecto, es pertinente subrayarlo con la mayor claridad, no se cuestiona en absoluto el derecho a pugnar en defensa de los intereses de los profesores, sí que esa defensa sea lo sustancial de la actividad gremial, y pueda llegar a comprometer lo básico, que es la labor docente.
Se ha entendido también, con bastante extensión, que la llamada “Ley de educación”, por la cual los docentes pugnaron tan intensamente, lo que con más intensidad habría buscado fue contemplar sus intereses y dar a los docentes peso importante en los organismos de dirección; por tanto, que en esencia no habría sido su fin fundamental la sustancial mejora de la educación.
No es propósito de este comentario entrar al análisis de tales cuestiones, sino sólo mencionarlas como puntos de disidencia, precisamente en circunstancias en que se ha conocido un muy desfavorable informe del Banco Mundial sobre el nivel de eficacia del régimen educativo que en el país prevalece.
A estar a la información glosada en el diario metropolitano “El País” del 19 de agosto último sobre el contenido y las conclusiones de dicho informe, “los aprendizajes de casi la mitad de los alumnos uruguayos son insuficientes para entrar en el mercado de trabajo”, y que el principal motivo “tiene que ver con la ineficiencia del sistema educativo”.
Se agrega en la respectiva nota de información que “para llegar a esta conclusión, el Banco Mundial realizó una comparación de los resultados de las pruebas PISA entre Uruguay, Chile, España y Polonia. Las pruebas PISA examinan el rendimiento de alumnos de 15 años en diferentes áreas de conocimiento y establecen hasta qué punto los jóvenes adquirieron los conocimientos necesarios para integrarse exitosamente a la sociedad. De la comparación se desprende que “entre dos quintos y la mitad de la población” en Uruguay “no alcanza el mínimo de competencia para funcionar en el mercado de trabajo”, mientras que “en España y Polonia entre un quinto y un cuarto de la población no alcanza los niveles mínimos”.
Se agrega que el informe concluye que “Uruguay muestra adecuados niveles en términos de años promedio de educación, sin embargo lo que los alumnos saben es relativamente poco y presenta una alta inequidad en los resultados”. Se agrega que “el Banco Mundial recomienda que el gobierno “continúe con la expansión de las Escuelas de Tiempo Completo, para llegar a 100.000 alumnos, que representan la mitad de la población estudiantil de contextos desfavorables y muy desfavorables (en diciembre de 2009, había 37.600 alumnos en escuela de tiempo completo)”.
El BM, con relación a los docentes, señala que “la clave de un sistema de educación de excelencia está en los profesores”; indica que su selección es “la clave del éxito” y que “un buen sistema de selección debe terminar necesariamente en una etapa de prueba y error en que los mejores se quedan y los no tan buenos se capacitan y eventualmente se van”.
El informe abarca muchos otros puntos que el espacio impide glosar, y señala su preocupación por el alto número de jóvenes “que no trabajan ni estudian”.
Se ha considerado pertinente insertar, aunque muy sintéticamente, tan importantes observaciones, por emanar de una entidad que sin duda procura por tal vía colaborar con las autoridades nacionales para el mejoramiento de algo tan importante como es la enseñanza.
Sólo se desea que ellas sean analizadas debida y muy serenamente, para extraer conclusiones que contribuyan al perfeccionamiento de la enseñanza nacional.