Opinion | 30 Ago El vicepresidente Danilo Astori y una delegación integrada por jerarcas del gobierno y más de 60 empresarios estuvieron en una visita oficial de una semana en China, comprometiéndose con ese país a estrechar sus relaciones. Esta misión oficial buscó profundizar y enriquecer las relaciones en materia de comercio e inversiones.
Las relaciones entre China y Uruguay se han desarrollado armónicamente desde que los dos países establecieron relaciones diplomáticas en 1988. Según el legislador chino Wu Bangguo, la cooperación bilateral ha dado buenos frutos y ha generado beneficios sustanciales para ambas naciones. El pasado año se exportaron a China, incluyendo las exportaciones que salieron de Zona Franca, como la soja y la celulosa, unos 612 millones de dólares y en los primeros seis meses de este año ya se han exportado 545.
Como países en desarrollo, tanto China como Uruguay gozan de un buen ritmo en ese sentido, mencionó Wu. “Los dos países enfrentan una prometedora perspectiva de cooperación en comercio y economía, ciencia y tecnología, cultura y educación, entre otras áreas”, dijo Wu, quien pidió a los organismos legislativos de los dos países que incrementen los intercambios, fortalezcan la comunicación y desempeñen un papel mayor para el impulso de las relaciones bilaterales.
Sin lugar a dudas, Uruguay se beneficiará en gran manera al mejorar su relación comercial con China, el país más poblado del planeta y el cuarto más grande del mundo en cuanto a extensión territorial. Debemos recordar que la población de China llegará a 1.390 millones de personas a finales de 2015. Uruguay es valorado como país natural, por lo que productos como lana, soja, cuero y pescado gozan de gran aceptación en el mercado chino. También resulta importante la oferta turística y el intercambio educativo y particularmente universitario. Un aspecto no menor es el aprendizaje del idioma chino que, aunque difícil, puede resultar un puente de acercamiento y mejora en las relaciones comerciales. Uruguay hace bien en virar la cabeza y mirar hacia oriente, no solamente China.