Mayko Votta

Deportes | 30 Ago La medalla de oro conseguida por el riverense Marcelo Chirico en deportes ecuestres en la primera edición de los Juegos Olímpicos Juveniles, que se desarrolló en Singapur, dejó a Uruguay un saldo más que positivo.
La delegación, en la que el sanducero Mayko Votta viajó como jefe de misión, festejó la obtención de la presea dorada por parte de quien está radicado hace más de un año en Porto Alegre, donde compite profesionalmente.
“El balance es más que positivo, ya que una delegación de cuatro atletas pudo conseguir una medalla de oro, cuando otras que contaron con más de 50 deportistas no la alcanzaron o consiguieron una o dos”, dijo Votta tras retornar a nuestra ciudad.
El taekwondista sanducero indicó que “la alegría que sentimos fue indescriptible, así como los nervios. Sabíamos que Marcelo podía pelear una medalla a nivel individual porque anduvo muy bien por equipos, sin ninguna falta, pero fallaron sus compañeros. Por eso esperábamos con mucho nervio la competencia individual, en la que terminó igualado con un colombiano, ambos sin faltas, y ganó en oro en el desempate”.
La duda de Chirico, en lo previo, “pasaba por conocer el caballo, dado que lo brindaban los organizadores. Viéndolo de afuera se sufre mucho, porque es un deporte en el que no se puede alentar desde afuera durante la competencia. Cuando logró el oro, fue una sensación impresionante”.
Votta sigue afirmando que “el deportista uruguayo siempre tiene algo, y si se lo ayuda y se le da la posibilidad de poder competir de igual a igual, siempre va a conseguir resultados. Chirico es muy profesional, al punto que el martes comienza a entrenar de nuevo pues el venidero fin de semana tiene competencia en San Pablo”.
Más allá de entender que toda la delegación cumplió una excelente actuación, el sanducero destacó que el jinete “demostró una clase impresionante y dio un ejemplo a todos los atletas, ya que entrenando duro se pueden lograr cosas. Hicimos siempre hincapié en que un uruguayo no puede ir a ver qué pasa. Una vez que se está en este tipo de competencias hay que salir a ganar, más allá de cuál sea el resultado final, más allá de que muchas veces se esté en desventaja”.
En cuanto a quien fuera su pupila en los Juegos, la taekwondista Yasmin Terra, Votta señaló que pese a su inexperiencia “fue la única de las deportistas que llegó a los Juegos con una wild card que no fue noqueada, más allá de que el sorteo llevó a que tuviera la mala fortuna de encontrarse en el debut con la subcampeona del mundo”.
Votta viajó a Singapur como entrenador y jefe de la delegación, lo que le permitió “aprender muchas cosas”, y ahora espera que “la dirigencia deportiva pueda intentar hacer realidad el hecho de que podamos transmitir todo esto”.