Nacionales | 02 Sep El vicealmirante Alberto Caramés asumió como nuevo comandante en jefe de la Armada Nacional, y en su discurso reflexionó sobre la mala práctica administrativa de los fondos de la fuerza y aseguró que los oficiales deberán asumir las responsabilidades que le competen. Por otra parte, el presidente José Mujica y el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, analizaron nuevos movimientos en la cúpula de la Armada.
En medio de una grave crisis en la Armada, el vicealmirante Alberto Caramés, de 58 años, asumió en la víspera en una ceremonia en la Escuela Naval. Rosadilla dijo que Caramés fue elegido porque confían en él y consideraron que no está involucrado en las maniobras irregulares en la fuerza. “Le creemos. Lo respaldaremos. Estaremos trabajando al lado suyo”, dijo. Añadió que puede equivocarse en la elección pero que la decisión fue tomada de acuerdo a “una valoración absolutamente profesional”. Dijo que consideraron que tenía las mejores cualidades profesionales para trabajar con el objetivo de levantar la imagen y la actuación de la Armada.
Caramés, por su parte, señaló que dedicará su mayor esfuerzo al adiestramiento y educación, a través de un sistema de profesionalización que contemple al personal subalterno. Reconoció que la Armada vive uno de los momentos “más dramáticos” de su historia luego de la “mala práctica administrativa” que se ha constatado y se comprometió a dar un “golpe de timón”. Anunció de ahora en más se gastará lo estrictamente necesario y de la mejor manera y que se realizarán auditorías sorpresivas para evitar favoritismos en beneficio de determinadas empresas.
“La normativa que rige en toda la Administración Pública fue parcialmente dejada de lado en muchos casos, con el conocimiento, tolerancia y tácita aprobación del mando naval. No obstante, también es de justicia exponer que algunas veces estas citadas irregularidades sirvieron para permitir el funcionamiento adecuado de la fuerza ante la imposibilidad de disponer de los recursos indispensables”, dijo. Caramés estaba a cargo de la Dirección General de Personal Naval. Ingresó a la Escuela Naval en 1971 y ascendió a contralmirante en 2006.
Por su parte, el presidente José Mujica recibió en la Residencia de Suárez a los ex comandantes en jefe de la Armada, quienes le explicaron cómo era hasta ahora el funcionamiento tradicional de la fuerza. Esto en el entendido que muchas prácticas que pueden aparecer como irregulares, como la cesión de vales de combustibles a oficiales, a veces no necesariamente configuran ilícitos. Además, los jefes de la Armada debieron entregar al ministro Rosadilla una autoevaluación sobre las acciones que llevaron adelante en sus respectivas reparticiones. Se esperan más movimientos en la cúpula de la fuerza, pues quedarán dos cargos de contraalmitrante vacantes, porque además del ascenso de Caramés, Hugo Viglietti, quien era encargado de Despacho, pasará a retiro.