Paysandú, Martes 07 de Septiembre de 2010
Locales | 03 Sep A veces alcanza con mirar los ojos de una persona para conocer el dolor profundo. Los ojos de Lorena Severo, hermana de la fallecida Romina Mónica Severo Pérez y única oradora al término de la tercera marcha en demanda de justicia por su muerte, saben de ese dolor y ese gris de ausencia; era el mismo gris que ayer dominaba el cielo.
Un centenar de personas marchó en la tarde de ayer, en fúnebre silencio, por 18 de Julio, desde calle Montevideo hasta la sede judicial en Paysandú, en la intersección de Zorrilla de San Martín, donde se leyó una breve proclama demandando justicia, reducción de la edad de mínima de inimputabilidad de los menores autores de delitos graves y la participación de efectivos militares en tareas de defensa ciudadana.
Una tenue lluvia comenzó a caer a poco de iniciada la marcha pero nada impidió una nueva expresión de repudio de la familia, amigos y personas movilizadas por el conmovedor hecho ocurrido el 24 de agosto pasado, cuando dos menores de edad arrebataron con violencia la cartera a la profesora que al caer de la moto que conducía fue arrollada por un ómnibus del transporte urbano, lo que le ocasionó la muerte.
Efectivos policiales administraron el tránsito en las intersecciones para que la marcha pudiera realizarse sin contratiempos y guardias apostadas en el edificio de los Juzgados cuidó que los manifestantes se mantuvieran en la calle, aduciendo solicitud judicial.
Los manifestantes marcharon con fotos en que la fallecida aparecía sonriente, contrastando con el dolor y la impotencia del presente.
“HAY TRES NIÑAS PREGUNtando POR SU MAMÁ”
Lorena Severo leyó una breve proclama manuscrita en una hoja de cuaderno que era mojada por la llovizna que entonces caía. Pidió “a nuestros legisladores que no miren hacia otro lado, que escuchen al país que le está gritando que cambien las leyes”, aludiendo a la bancada oficialista del Parlamento. Tambien hubo un pedido a los legisladores de la oposición, a que “nos ayuden”. “Estamos cansados, queremos justicia, somos rehenes de la Justicia”.
La hermana de la profesora Severo pidió que “unifiquen a los policías con los militares, que salgan a las calles a cuidarnos. Basta de mandar efectivos al Congo y a Haití, los necesitamos acá”.
En cuanto a la edad de inimputabilidad se solicitó que “se disminuya” y que a los menores infractores “no les retiren el prontuario al cumplir los 18 años”. Anunció Lorena Severo que “vamos a llegar a Montevideo a golpear puertas para que escuchen el sentimiento de todo un país que está gritando por justicia”.
Agradeció el apoyo a la lucha por las demandas de reforma del código procesal, tanto en Paysandú como desde el exterior, a través de las redes sociales, y remarcó que “hay tres niñas preguntando y extrañando a su mamá, un esposo destrozado así como nosotras las hermanas, nuestra madre, tíos y amigos”.
“NO NOS OBLIGUEN A
SACAR LOS DEMONIOS”
Tras la proclama, los presentes redoblaron los pedidos de “Justicia” mediante palmas y demandaron hechos concretos, aunque no hubo representantes del Poder Judicial que los escucharan.
“No nos obliguen a sacar los demonios para defender la paz de nuestras familias”, dijo un asistente. “Esos menores son asesinos, queremos justicia; no nos obliguen a tomarla con nuestras manos”, apuntó otro.
Un cartel manuscrito en cartulina se preguntaba si “Acaso antes de los 18 (los menores infractores) no son conscientes de sus actos”. Hubo algún caso de desvanecimiento, debido a la tensión que se vivía, siendo atendida una mujer primero por el doctor Jorge Francolino, que había asistido a la marcha y luego por personal de SIET.
Formarán comisión
Aunque continuaba cayendo una tenue llovizna, los asistentes igualmente completaron varias hojas con datos personales de contacto de quienes se mostraron interesados en integrar una comisión que fomente una iniciativa civil y popular para reducir la edad mínima de inimputabilidad -“si por mí fuera, a 14 años” aseguro Lorena Severo- “y castigarlos con mayor severidad a quienes cometen delitos graves”.
Esta comisión tendrá su sesión inaugural en los próximos días, en lugar aún por confirmar, probablemente una institución social céntrica.
“TODAVíA NO HE ‘CAíDO’”
Mojada, con los ojos cargados de dolor, pero al mismo tiempo con una mirada de determinación, Lorena Severo aseguro a EL TELEGRAFO que “dicen que soy la más fuerte, pero eso no es cierto. Lo que realmente ocurre es que todavía no he ‘caído’, aún no he comprendido realmente lo que nos está pasando, lo que le ocurrió a mi hermana, la terrible pérdida que hemos sufrido todos”.
“Es algo muy duro que no deberíamos estar pasando”, agrego, asegurando que en realidad “Romina debía estar con nosotros ahora y seguir con sus sueños y sus proyectos”.
Su esposo, Horacio Giraldi, y sus hijas, Victoria, Julieta e Isabella actualmente “están bajo tratamiento psicológico, porque es terrible lo que ha ocurrido y todo estamos destrozados”.
“Pero hay que seguir, ahora queda pedir justicia y también pedir que la Justicia no sea ciega, que no defienda a los delincuentes, que esté a favor nuestro”, concluyo mientras lentamente, tan silenciosamente como se habían integrado, los participantes comenzaron a abandonar el lugar, cumplida otra protesta ciudadana.
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