Locales | 06 Sep Bajo el lema “Justicia por Romina y todos nosotros” se cumplirá el domingo la cuarta marcha por Romina Severo, la profesora fallecida en un accidente el 24 de agosto pasado tras ser rapiñada por dos menores, hecho que dio origen a dicho siniestro.
Así fue decidido en la víspera, en la sede del Club Ciclista 33, cuando unas sesenta personas se reunieron para conformar la base de un movimiento de resistencia y defensa civil en procura de sensibilizar a las autoridades para con medidas concretas reducir la criminalidad de la minoridad infractora.
El movimiento, hasta ahora sin autoridades, se definió como “de carácter a-partidario, en contra de nadie” formado “con la intención de adecuar las normas y leyes actuales a la realidad imperante”.
El grupo demanda “la reducción de la edad mínima de imputabilidad, mantener los antecedentes de hechos delictivos perpetrados cuando menores al llegar a la edad imputable” y pide además “la reforma de los locales donde se alojan los delincuentes juveniles para evitar su evasión, dotándolos de los métodos de tratamiento necesarios para intentar su recuperación y posterior reinserción en la sociedad”.
La intención primordial es convertirse en la génesis de un movimiento civil de carácter nacional, a partir de la creación de similares bases en todo el país, para demostrar a los legisladores que “toda la sociedad demanda un cambio rápido en las leyes y códigos, porque no es posible seguir así, protegiendo a los menores delincuentes y castigando a las personas comunes y de bien”.
“Estamos acá para tratar de cambiar las leyes”, dijo Lorena Severo, hermana de Romina. “Estamos viviendo en carne propia este dolor, pero no se trata solo de nosotros, es la sociedad toda la que debe ser defendida y esa debe ser la base de este movimiento, unirnos en defensa de todos”, agregó. El caso Romina Severo es el que aun conmueve a la sociedad sanducera, pero la clara intención de la asamblea, que fue coordinada por Alfredo Dolce, es demandar de las autoridades rápidas acciones en beneficio de todos.
“Si estamos acá es porque estamos involucrados y queremos hacer algo”, fue un concepto repetido por varios asistentes, en tanto otros afirmaron que “con miedo no llegaremos a ninguna parte, es tiempo de actuar; debemos enfrentar esta ola de delincuencia”.
En la asamblea se encontraban presentes personas que iniciaron en su momento movimientos similares, como el de Barrio Residencial del Este, que recogió 23.000 firmas en 2007 y el de la zona cercana a El Curupí en 2006. Asimismo, familiares de otras víctimas de la violencia de menores infractores, como Silvia Leticia Alvarez, asesinada en 2007, al resistir el asalto al almacén de su familia.
Los vecinos reunidos no ocultaron su indignación por la creciente inseguridad y por lo que entienden como mano blanda ante los delitos cometidos por menores de edad. Tras deliberaciones que se extendieron por alrededor de una hora y media se decidieron varios puntos de acción. Entre ellos, elevar una carta a la Junta Departamental agradeciendo el apoyo y solicitando que eleve a los organismos competentes la serie de demandas y también envíe copia al resto de las juntas departamentales. Asimismo, decidieron “emplazar al sistema político” para que apoye el pedido de derogación de la segunda parte del artículo 222 del Código de la Niñez y la Adolescencia; continuar con las marchas porque se consideran instrumento de expresión de todos quienes repudian el aumento de violencia e inseguridad; considerar el lanzamiento de una campaña de recolección de firmas que pueda ser enviada a las autoridades de gobierno y al Parlamento; y nombrar dos comisiones de trabajo.
La marcha del próximo domingo 12 de setiembre será convocada a las 16.30 en plaza Artigas, desde donde los asistentes caminarán hasta el Anfiteatro del Río Uruguay, donde se leerá -como ha ocurrido en anteriores oportunidades- una proclama que resuma las demandas y preocupaciones de la sociedad ante la creciente violencia, en la que tienen especial incidencia los menores infractores.
Las reuniones del grupo serán de carácter semanal, los viernes a las 19.30 en la sede del Club Ciclista 33.