Nacionales | 10 Sep Retrospectiva
Este fin de semana el Frente Amplio (FA) realizará una mirada retrospectiva para evaluar el último ciclo electoral, esperándose manifestaciones de profunda autocrítica y posibles acuerdos para buscar un nuevo rumbo que permita recuperar la tradicional “mística” de la fuerza política. A esta instancia de evaluación se llega tras un proceso en el que participaron los sectores, las bases y hasta los militantes, a través de numerosos documentos. El sector más votado dentro del FA (el MPP) presentó a la presidencia de la fuerza política su informe evaluatorio de la gestión partidaria en el que plantea que “lo que hoy no funciona es la relación entre la dirección del FA y el pueblo frenteamplista, este último, no tiene expresión”. El informe, referido en un artículo de “La República”, señala que la participación horizontal dentro del FA fue una novedad, a diferencia de los partidos tradicionales, en los que decidían las cúpulas. “La definición de los candidatos departamentales por las cúpulas políticas es un método histórico de los partidos tradicionales, y actualmente ha sucedido en el FA (donde nosotros somos parte) que la decisión de candidatos se hizo en medio de una lucha muy dura entre sectores y decidiendo la dirigencia; el pueblo frentista estuvo ausente”, indica el informe. El MPP propone que tanto para rever o mantener el acuerdo político original debe buscarse un clima colectivo de movilización, en el que haya ideas y discusiones, ya que “ésta es la vitalidad que perdió el FA. Es fundamental recuperar un estado de energía participativa, de construir el clima de trabajo voluntario”. El sector sostiene que se encuentra dañada la base social que le dio sustento al fenómeno del FA: la clase media, donde “comerciantes, profesionales, productores, trabajadores, intelectuales, no sienten que el gobierno actual los represente”.
Los convenció
El MPP reflexiona que se hicieron paquetes de leyes “importantísimas” pero los beneficiados por las mismas no sienten lealtad hacia ellas “por más que muchas fueron revolucionarias en materia de interés de clase”.
“La derecha convenció a la gente de que paga más impuestos y nosotros no pudimos convencer a la mayoría de que la reforma tributaria es re-distributiva”, señala el sector. Agrega que el gobierno del FA realizó una gran cantidad de cambios que la sociedad uruguaya no pudo asimilar ni sentir como propios, en tanto el documento expresa que la bonanza económica derivada de la nueva política global no tuvo una capitalización política, y por el contrario, “quienes tuvieron acceso a mayor bienestar tendieron a defender sus nuevos logros, en una actitud de desconfianza de los nuevos beneficiarios”.
Eliminar las “chacritas”
El documento del MPP añade que el actual problema que tiene el FA es de línea, para lo cual insta a eliminar las “cocinas” y el “chacrismo”, así como lograr una apertura. Ante esta situación, propone una necesaria conducción del FA como un todo. Indica que los comité de base, que eran “gérmenes de movilización”, hoy no son tales. “Se quedaron sin las tareas motivantes que tuvieron en su origen”, a lo que se pregunta: “Este vaciamiento de las estructuras democráticas del FA ¿son causa de la estructura?”.
Agrega el informe que otro aspecto derivado de la situación actual es “una estructura central del FA altamente burocratizada, muy encerrada en Colonia y Ejido, y aferrada a cargos centrales, sin ninguna renovación en el desempeño de las funciones centrales”. Reseña que en el primer gobierno del FA, hubo un gabinete con todos los dirigentes históricos, y el Frente fue sustituido por el gobierno. Sostiene que la organización política perdió protagonismo convirtiéndose en una estructura inocua y debilitada, “como consecuencia de haber conformado un gobierno para tener un fuerte liderazgo interno y externo”.
“Rediseño”
El senador del MPP y ex ministro de Ganadería, Ernesto Agazzi, dijo que analizar una nueva organización administrativa del país es un “tema interesante”, en referencia al planteo del presidente José Mujica, en cuanto a reducir el número de Departamentos. Sin embargo, en declaraciones a radio “Carve”, Agazzi advirtió que el asunto “no se puede plantear a la ligera, porque entre la organización racional de los territorios y la organización política que hay hoy, hay un abismo”, al tiempo que señaló la importancia de contar con consensos. Recordó que la división administrativa que tiene el país es producto de dos siglos de historia y que por ello “no se puede borrar de un plumazo con una pretensión racional”. Consultado acerca de si la iniciativa se iba a empezar a tratar en esta administración, dijo que no cree y que nadie lo ha planteado. “Lo que sí se ha planteado es cómo organizar el trabajo en los territorios entre las autoridades departamentales y el gobierno”, dijo.