Rurales | 11 Sep Paysandú es uno de los siete departamentos del Uruguay en que existen plantaciones de olivos para explotación comercial, con un total de seis mil hectáreas en todo el territorio nacional, distribuidos además en Maldonado, Rocha, Treinta y Tres, Lavalleja, Colonia y Río Negro.
Este sector ha tenido un fuerte crecimiento en la última década, según señala la Fundación Uruguay Siglo XXI, apuntando a una demanda internacional que ha ido creciendo en cuanto a la compra de aceite de oliva, debido a sus virtudes en cuanto a la prevención de varias enfermedades y su valor alimenticio.
En nuestro país este cultivo se realiza mayoritariamente sin riego –un 90 por ciento del total-- pero hasta ahora se ha apuntado más a la calidad que a la cantidad, con participación en nichos de mercado a nivel regional e internacional.
Uno de los aspectos considerados positivos para este cultivo en el Uruguay refiere al costo de la tierra y la manutención, que son relativamente bajos comparados con los valores internacionales en áreas de producción con condiciones similares, pero hasta ahora existe déficit en nuestro país en cuanto a importaciones y exportaciones de aceite de oliva, ya que las primeras superan a las últimas. En los seis departamentos que cuentan con olivares se realiza un aprovechamiento de suelos de baja productividad, como es el caso de áreas arenosas y pedregosas, con buen drenaje, escasamente aptas para la ganadería y menos aún para la agricultura, pero que resultan indicadas para el crecimiento del olivo. Los principales destinos de las exportaciones de aceite de oliva se encuentran en la región, pero también se han colocado partidas en países como el Reino Unido, en tanto el principal origen de las importaciones es Argentina, con la mitad de las ventas en nuestro mercado. Las principales empresas exportadoras uruguayas de este aceite son Agroland S. A., Noreplend S. A., y Ontelur S. A., entre otras.