Rurales | 09 Sep MONTEVIDEO (Por Maraela Wulf Baccaro). Con bombos y platillos comenzó ayer la 105ª Exposición Rural del Prado en Montevideo, que cuenta con 2.424 reproductores bovinos, ovinos, equinos, suinos, caprinos, aves, conejos y canes inscriptos este año.
Según el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Manuel Lussich, la exposición es “una forma de tener juntos a la tradición y a la modernidad”, ya que dentro conviven las máquinas de “última generación” con los ruedos y los galpones “casi centenarios”. La feria estará abierta hasta el domingo 19 de setiembre.
La música de la banda de la Fuerza Aérea anunció que la ceremonia de lanzamiento iba a comenzar. Frente a los músicos vestidos de azul estaban los niños de las escuelas públicas número 79 de Artigas, 10 de Chiflero y la escuela rural número 26 de Cerro Amarillo. Pero ellos no fueron los únicos invitados especiales. Cerrando la marcha de jinetes que precedió la ceremonia iban tres generaciones de una misma familia: el bisnieto, el nieto y el abuelo –Don Valorio Ortiz– quien cumple cien años en noviembre y continúa trabajando en el campo.
“Estas tres o cuatro generaciones en los pingos, que tuvimos el gusto de saludar hace un rato, creo que simbolizan perfectamente el espíritu de lo que es la exposición del prado. El espíritu del pasado y la visión a futuro del país que todos queremos”, dijo Lussich durante la inauguración. Y agregó: “un país que siga creciendo, apoyado en lo que son sus bases, sus recursos naturales, su agropecuaria pero, por supuesto, desparramando todo eso al resto de la sociedad para que sigamos creciendo como país, para que cada vez tengamos más trabajo, para que cada vez, en definitiva, todos los uruguayos podamos vivir mejor”.
Luego le dio la palabra a la intendenta de Montevideo, Ana Olivera. “Para crecer como país, tenemos que ser un país integrado”, concluyó Olivera, aludiendo a lo que percibió durante sus recorridas por el Interior como viceministra de Desarrollo Social, en el gobierno de Tabaré Vázquez. Este es “un lugar donde los uruguayos y las uruguayas nos reconocemos como semejantes que somos, más allá del lugar donde hayamos nacido, más allá de la actividad que desarrollemos en cada uno de los lugares del país”, agregó.
Las estancias sanduceras que participan de la exposición e ingresaron ayer sus productos son “Ñu Porá” de Glencoe SG, “La Elisa” de Walter Carlos Romay, “El Abrojal” de Pablo Mattiauda y “Santa Eulalia”, entre otros. Según Gustavo Alvez, de “Santa Eulalia”, se preparan todo el año para este momento. “Es el momento donde se ve la verdad”, concluyó Alvez.
Por otra parte, este año la Facultad de Agronomía se hizo presente por primera vez. El predio donde colocaron el estand fue cedido por la ARU y la idea es difundir sus numerosas carreras. Esto se debió a un aumento en el número de estudiantes que ingresan anualmente a la facultad.
Actividades
La marcha de jinetes iba acompañada por un desfile de carrozas de época que, antes de llegar al predio ferial, pasó por varios puntos emblemáticos de Montevideo. Una vez dentro de la exposición, los participantes recorrieron el lugar para que los visitantes, que disfrutaban de un día de sol, pudieran saludarlos y sacarse fotos.
Como es tradición, los animales tuvieron su protagonismo. Se calificaron conejos raza Holando Fantasía, lo que se extenderá hasta el viernes. También los perros tuvieron su espacio, porque a partir de las 10 se llevó a cabo una muestra de Ovejero Alemán.
Los perros recorrieron la pista central acompañados por sus dueños y fueron muy aplaudidos por quienes observaban el espectáculo desde las gradas.
Los jóvenes disfrutaron de las actividades en Plaza Prado, el lugar donde se ubican los boliches nocturnos, bares y restaurantes de moda. Como cierre de jornada, se presentaron la murga Agarrate Catalina y el Cuarteto Rica Cosa, de tango joven.